Morales del Vino inauguró ayer las fiestas del Cristo con un animado y muy participativo encuentro de peñas que inundó de alegría y colorido el cuarto municipio más poblado de la provincia.

La persistente lluvia que hizo acto de presencia a lo largo de la tarde con un cielo encapotado muy diferente a los brillantes días primaverales del inicio de la semana, no pudo con la voluntad de los animosos peñistas -alrededor de 700 en las 24 agrupaciones inscritas-, empeñados en dar rienda suelta a la diversión que se prolongará hasta el martes.

Camisetas de variados colores identificaban a los grupos de peñas de toda edad y condición que, con la música de las charangas, calentaron motores con el concurso de limonada en el entorno del pabellón municipal.

Allí, en la carpa montada, comenzó al caldearse el ambiente festivo, con los peñistas cantando y bailando mientras hacían tiempo para que el cielo escampase. La fiesta en la carpa abonó el terreno para iniciar el recorrido por las calles con animada música de fondo mientras numerosos vecinos eran testigos de la algarabía que anuncia las grandes fiestas del Cristo de Morales del Vino y da paso a un fin de semana marcado por la diversión y el entretenimiento.

Sigue el programa

La jornada concluyó con una macrodiscoteca móvil que se prolongó hasta bien entrada la madrugada. Pero la fiesta no para en Morales del Vino y hoy continúa el programa desde por mañana, con un parque infantil para los más pequeños y una gymkhana de peñas por la tarde. La música volverá a poner el colofón a la jornada del sábado, con verbena y macrodiscoteca, a la espera del plato fuerte de los toros en la tarde de mañana, domingo.