Los alcaldes de 210 municipios de la provincia firmaban ayer sendos convenios con la Diputación de Zamora por los que recibirán una subvención para contratar a varias personas durante los meses de verano, mano de obra que podrán emplear en cubrir servicios básicos para el funcionamiento de los pueblos.

El dinero sale del programa Dinamiza I puesto en marcha por la institución provincial para los municipios que cuentan con menos de 50 desempleados. La presidenta, Mayte Martín Pozo, recordaba que el programa exige seguir ciertos criterios de selección pactados en la Mesa de Diálogo Social. Así, los contratados deben de ser personas inscritas como demandantes de empleo en el SEPE, con preferencia para aquellos que hayan agotado las prestaciones sociales o tengan cargas familiares.

Inversión de 917.000 euros

El presupuesto de este plan asciende a los 917.000 euros consignados íntegramente por la Diputación Provincial de Zamora,. "Es un proyecto de todos, para todos, y creo que entre todos lo tenemos que seguir manteniendo", declaraba ayer la presidenta en la sala de exposiciones del teatro Ramos Carrión, donde reunieron a los 210 regidores para que rubricaran sus convenios, por lo que durante algunos minutos se generaron colas y tumultos en ese reducido espacio. Este programa se complementa con el Dinamiza II, destinado a los municipios con más de 50 desempleados -los mayores de la provincia-, que reciben financiación del Plan de Empleo de la Junta de Castilla y León al tiempo que la Diputación aporta dinero para la adquisición de materiales.

El dinero recibido varía en función de la población del municipio y la cantidad de desempleados que residen en él, y permite a los ayuntamientos contratar peones que se suelen dedicar a tareas básicas como regar jardines, desatascar alcantarillas limpiar las calles y, si hay dinero para el material, quizás bachear algunas vías. La mayoría de alcaldes del Partido Popular, no todos, aplaudían la iniciativa que "permite a los pueblos pequeños llevar a cabo tareas de mantenimiento que de otro modo no serían posibles, porque no tenemos capacidad de contratar a gente por nuestra cuenta", como admitía Miguel Barrero, de Quintanilla del Monte, "en 40 días queda el pueblo limpio para el resto del año". El también popular Jesús Vara, de Venialbo, recordaba que además las fechas permiten "embellecer el pueblo de cara al verano y prepararlo para la llegada de los turistas".

En Arcenillas, gobernada por Enrique Rodríguez, de Adeiza, los dos trabajadores "ayudarán a organizar las fiestas y apoyarán la labor diaria que hace el ayuntamiento en beneficio de los vecinos". A Cubillos también le corresponden dos trabajadores, allí tratarán de que sean un oficial y un peón de obra para que puedan llevar a cabo alguna obra si surge un imprevisto, según adelantaba su alcalde, el independiente Álvaro Ferrero.

Los regidores de izquierdas, sin embargo, criticaban varios aspectos del programa. El socialista José Badillo, alcalde de Tapioles, apuntaba que la Diputación "da el dinero justo y se cobra a toro pasado", pues los ayuntamientos deben de adelantar el salario de los trabajadores contratados y no suelen ingresar la subvención hasta finales de año, "además no es una medida dedicada a crear empleo estable". En esta línea opinaba también Maribel Perero, de Ahora Decide, que además de pedir que los convenios se lleven a cabo unas semanas antes, a mediados de marzo, lo calificaba como "parches" al problema del paro e instaba a la Junta de Castilla y León "a si verdaderamente cree en el medio rural, desarrollar políticas de empleo activas para mantener a la gente en el medio rural", y aseveraba que "en mi pueblo solo tenemos capacidad para contratar a un desempleado, si en el municipio hay 20 desempleados poco va a solucionar este dinero".

"Acto propagandístico"

Por otro lado, algunos alcaldes criticaban el propio acto de las firmas, que tachaban de "propagandístico". Era el caso de José Julio Herrero, de San Martín de Valderaduey, del Partido Popular, quien sentía que había perdido la mañana "cuando se podría hacer mandando el convenio por correo ordinario, pero hacen este acto para que salga la foto en los medios sin tener en cuenta que los alcaldes de los pueblos pequeños tenemos que trabajar, hay mucha diferencia entre ser político por amor al pueblo y ser político por amor a la nómina", declaraba con dureza, añadiendo sobre el lugar elegido para la reunión que "quieren exhibir este palacio que solo sirve para enterrar dinero, hicieron una mierda carísima en vez de traer industria para la gente joven".

Mientras tanto, la presidenta de la Diputación aseguraba a los medios de comunicación que se había elegido el teatro Ramos Carrión porque "queremos que los alcaldes conozcan estas instalaciones, queremos que sea el teatro de la provincia y obviamente los principales actores de la provincia son los alcaldes de nuestros municipios". Si bien es cierto que la presencia de 210 alcaldes en la estrecha sala de exposiciones causó un caos organizativo, no es menos cierto que la propia presidenta se arremangó para poner orden entre los últimos que quedaban.