La asociación de Pescadores Sanabria y Carballeda colabora con la Guardería Medioambiental desde el pasado otoño en la campaña de colocación de trampas para la captura del visón americano, una especie invasora que esquilma la población piscícola de los ríos y, en especial, la trucha que habita en las aguas de la comarca. Hasta la fecha se han capturado una decena de ejemplares de esta especie que ha colonizado el terreno procedente de Galicia, donde en los años 90 los movimientos ecologistas y animalistas soltaron los ejemplares de las granjas situadas en la comunidad vecina. Un gesto que ha ocasionado un grave problema ambiental, como señala el presidente de la asociación, Manuel Mateos Pedrero.

El éxito del control de las poblaciones depende en gran medida que no se destruyan los señuelos y trampas instalados en cuatro zonas de la ribera.

En total se han colocado 15 jaulas repartidas entre el denominado coto del Mercado donde se han emplazado 4 trampas, el coto de Galende con otras 4 trampas, tres en el río Castro y otras tres en el Tera pero en la zona de Puebla de Sanabria. La Guardería Medioambiental supervisa periódicamente las trampas y captura los animales que caen en ellas. La asociación de Pesca, por su parte, colabora para que los pescadores respeten los señuelos y se pueda lograr reducir esta población muy agresiva en sus hábitos alimenticios y la competición por el alimento con su pariente autóctono, el visón europeo.

La trampa es un cajón de madera con una base de arcilla, donde quedan impresas las huellas de cualquiera de los animales que merodee por el señuelo. Cuando se verifica que las huellas pertenecen a un visón y su preferencia por frecuentar este punto, se cambia el señuelo y se prepara una trampa con cebo. De ahí la importancia de que los pescadores, y no pescadores, respeten la ubicación de los cajones. Las trampas están debidamente identificadas y con explicaciones claras sobre su finalidad, por parte de la Consejería de Medio Ambiente.

Los pescadores señalan los daños que provoca esta especie entre las truchas, cuyos restos se ven con frecuencia en las orillas de los ríos. Así devora la cabeza y deja el cuerpo.

En materia de pesca, la asociación sanabrocarballesa urge que se vuelva a abrir el coto de pesca intensiva de Mózar, donde no se puede pescar desde el primero de enero por falta de suministro de truchas. El presidente Mateos precisó que todas las provincias de la comunidad disponen de un coto intensivo de pesca, y que Zamora es en estos momentos la única provincia que no cuenta con esta área recreativa.

Catálogo de exóticas

La asociación respalda, por otro lado, las movilizaciones contra la inclusión de la carpa y la trucha arco iris en el Catálogo de Especies Exóticas e Invasoras. El presidente considera que solo se debe considerar especie invasora en aquellas masas de agua donde sobreviva la trucha autóctona como es el caso del embalse de Cernadilla, donde la población de trucha común tiene que competir con estas especies. En general la asociación señala que la pesca de la carpa y la trucha arco iris mueve a un importante número de aficionados, como por ejemplo en el coto de Mózar, y la carpa en buena parte de los embalses de la provincia de Zamora.

En cuanto al cambio de catalogación del coto de pesca de Mercado de El Puente, que pasa de ser de baja ocupación a alta ocupación, además de encarecer la tasa a los aficionados, no cumple uno de los requisitos necesarios, que es la depuración de las aguas residuales que vierten al río Tera desde El Puente aguas arriba.