Un típico día primaveral, con lluvia y sol, acompañó ayer a la romería de san Marcos de Almeida que, como es tradición, llevó a los vecinos e hijos del pueblo hasta la ermita de Gracia con el pendón abriendo la procesión, portado por los mayordomos Sergio Sogo y Alberto Sánchez y la Virgen llevada en andas por los devotos. A la salida del pueblo tuvo lugar la bendición de campos, momento en el que comenzó a llover. Un día inestable que congregó a los vecinos de Almeida en la ermita de Gracia, donde tuvo lugar la misa. El mal tiempo impidió que muchas familias de quedaran en el entorno del templo para comer, aunque sí retornaron por la tarde a la ermita para rezar el rosario, el ofertorio y de nuevo regreso en procesión con la Virgen hasta Almeida.