Las lluvias continuadas de los últimos días, sumadas al deshielo primaveral, han provocado que las hidroelécticas se hayan visto obligadas a abrir las compuertas de gran parte de las presas de la provincia. Durante los últimos días, las presas zamoranas han permitido el paso de millones de litros de agua en los ríos Tera, Duero y Esla. En la cuenca del Tera, Cernadilla vertía más de 55.000 litros por segundo, Valparaíso 92.500 litros y Nuestra Señora de Agavanzal 125.000 litros por segundo; cada presa con su estampa, en armonía con el diseño del aliviadero. Por lo que respecta al Esla, Iberdrola desaguaba por el aliviadero medio de la presa de Ricobayo, más el turbinaje, un total de 890 metros cúbicos, dejando ver en la salida de la canalización una emisión de agua más que llamativa.

Ya en el Duero, las cuatro compuertas del aliviadero de Villalcampo permitían el paso enfebrecido de 1.600.000 litros por segundo, que causaban al acoplarse sobre el Duero un verdadero "maremoto". Un trecho más abajo, el caudal aliviado se elevaba a 1.700.000 litros por segundo en la presa de Castro.

Tras nutrir turbinas y aliviaderos de las presas lusas de Miranda, Pico y Bemposta, de nuevo el Duero carga los embalses de Aldeadávila, que ayer se acercaba a un desembalse de casi dos millones de litros por segundo, que abastecer seguidamente el embalse de Saucelle, donde se vertían hacia Portugal 2.100.000 litros por segundo.