El representante de Asaja, Antonio Medina , habla "de la buena disposición de la Junta de Castilla y León" a la hora de anunciar medidas para controlar los ataques y los daños de la fauna, pero afirma que "el incremento desmesurado de la fauna es un problema gordo y habrá que buscar soluciones entre todos". Sostiene el que "el seguro no es una solución en sí sin que el ganadero y el agricultor sean los que paguen los platos rotos porque, al final, de seguir así las cosas son los que van a desaparecer". Expresa que "hay lobos habituados a matar ovejas, que se les ve hasta por las calles del pueblo, que son ejemplares que hay que eliminar porque es espantoso para el ganadero encontrarse con una matanza de reses". Para Antonio Medina, que considera que es posible convivir con el cánido, "no es cuestión de pagar daños, sino de evitarlos".

Pedro Fernández, de UPA, también manifiesta que "la Junta tiene buenas intenciones" pero, señal, "las ovejas y los terneros siguen cayendo, la fauna haciendo de las suyas, la ley siendo la misma y los seguros los mismos". Recuerda que "cuando me crié había un ataque y al día siguiente dejaba de haberlo porque se hacía una batida. Y no exterminamos los lobos". Critica que se conceden cupos y precintos "y no estén obligados a cumplirlo". "¿Qué hacen, dejarlos crecer para llegar a medallas de oro?" se pregunta. Para Fernández "no solo es cuestión de gestión del coto sino también la regulación de la fauna". Dice que "antes no había mejor mastín que una buena charrasqueta". El representante de UPA recalca en que la población de lobos "no es que sea una plaga, pero sí una lacra para los ganaderos". Aconseja que la Administración "extiendan más el Centro Temático del Lobo de Robledo, para que perviva la especie, pero sin hacer daños". "Sabemos que es un animal precioso, pero las ovejas tiene una dulce ternura y su candidez". "A mí no me importa los lobos que se matan, sino los que quedan con los colmillos como dagas en la boca" remacha Pedro Fernández.