Los cursos organizados por la Asociación Española contra el Cáncer contra el tabaquismo son seguidos con especial interés, en uno y otro punto de la provincia, por las personas que pretenden quitar el cigarro de su boca. En Villaralbo la inscripción de personas que han querido participar del curso de deshabituación tabáquica ha tenido una gran respuesta. Con veinte personas en el grupo se ha cerrado el cupo a la demanda posponiéndola para un futuro curso una vez concluyan las siete sesiones necesarias para aplicar las terapias. En Morales del Vino el curso se ha puesto en marcha con trece alumnos y todavía permanece abierta la posibilidad de apuntarse a fumadores que quieran alejarse de los malos hábitos. Las sesiones se llevan a cabo los miércoles a partir de las seis de la tarde en el salón de usos múltiples.

Lo mismo sucede en Moraleja del Vino, donde la Asociación espera que haya más respuesta para poder poner en marcha el grupo. La psicóloga Lidia Sanz y el médico Julio Mata Poyo son los encargados de realizar las sesiones. Alcañices, Fuentesaúco y Fermoselle son otros lugares donde se desarrolla el curso, al igual que en la capital, donde ya ha concluido.

El curso de tabaquismo impartido en Fermoselle es seguido por un importante número de fumadores. Anteayer fue el doctor de Andavías y Palacios, Julio Mata, el encargado de explicar los efectos, negativos y positivos, que tiene el tabaco conforme se deje a un lado o se mantenga el vicio. Entre otros aspectos negativos, incrementa la subida de los cánceres de pulmón respecto a los de mama y provoca una pérdida de capacidad sanguínea.

Por el contrario, dejar de fumar alarga la vida una media de cinco años. Sus efectos positivos sobre la salud, según precisó, es que a los 20 minutos la tensión arterial y el ritmo cardíaco retornan a los niveles normales, a las ocho horas los porcentajes de nicotina y monóxido de carbono se reducen a la mitad, los de oxígeno vuelven a la normalidad. A las 24 horas el monóxido de carbono, residuo del humo del cigarrillo, casi ha desaparecido del cuerpo. Los pulmones comienzan a limpiar eliminando mucus y restos de humo. A las 48 horas el cuerpo ha suprimido completamente la nicotina y se siente una gran mejora del gusto y del olfato.