Vecinos de Fornillos de Fermoselle han puesto en conocimiento de la Guardería Medioambiental el estado en el que ha quedado la pradera de El Salinar tras el paso de vehículos usado parea el transporte de madera.

Ponen de manifiesto que el desastre proviene por las grandes roderas que han dejado sobre el terreno el responsable de la retirada de la leña de los árboles que el pasado año echó a tierra un tornado que azotó el lugar con una fuerza desmesurada y con gran sorpresa de los vecinos.

Las condiciones de humedad que presenta el terreno en estas fechas, y el hecho de adentrarse por un escenario de pradera, han sido las causas por las que el maderista dejado unas impresionantes roderas que, en algunos puntos, se acercan a los cuarenta centímetros, según informan fuentes locales. De hecho, se han registrado algunos atollamientos de vehículos que requirieron la ayuda de otros para sacarlos del punto donde quedaron incrustados "hasta los ejes".

El malestar vecinal deriva no solo por el destrozo sino también porque, según expresan, "existen diferentes varas de medir y a los ganaderos se les llama al orden cuando producen daños, aunque sea en caminos". Reprochan que en este caso "se haya mirado para otro lado", sin reparar en las condiciones que presenta el terreno debido "al empantanamiento".

"Distinta vara de medir"

El atropello ha tenido lugar en lo que se denomina "el vallado", una pradera por la que se adentró el encargado de recoger la leña con un tractor y un remolque para luego trasladar la carga al camión, que mantuvo en un punto accesible de la carretera y fuera de estos pagos.

Fuentes locales ponen de relieve que la recogida de la leña "contaba con las debidas autorizaciones por parte del Servicio de Medio Ambiente", y hacen hincapié en el impactante estado dejado en la pradera, que, según afirman, "es respetado por los propios ganaderos porque mientras exista el agua no entramos para no estropearlo".

Los vecinos consideran que alguien deberá hacerse responsable de los hechos y deberá a arreglar los daños, pero apuntan seguidamtne que "lo correcto es que se intervenga cuando el terreno no ofrezca la humedad actual y permita el movimiento de vehículos sin causar semejantes perjuicios".

La madera extraída procede de los árboles (alcornoques y robles) derribados por un tornado que en octubre del pasado año cruzó por el término de Fornillos hasta enfirlarse hacia Palazuelo y Formariz. A su paso no solo derribó algunos árboles sino que también echó al suelo algunas trozos de las típicas paredes de piedra de granito que cercan las parcelas.

No es esta la primera vez que la zona sayaguesa de Arribes del Duero llega a Medio Ambiente por los destrozos provocados por los vehículos. En el año 2014 una ruta con 4x4 provocó considerables daños en el término de Mámoles que llevó a la Junta a abrir un expediente contra la organizadora.