Dos nuevos ataques de lobo en la comarca de Sayago, esta vez en Moral de Sayago, confirman la expansión del cánido hacia el territorio de los Arribes del Duero. El depredador ha vuelto este fin de semana a hacer acto de presencia en esta zona del sur del Duero con dos ataques sucesivos en explotaciones ganaderas de Moral.

El primero ocurrió la tarde del sábado, a plena luz del día, cuando abordó a un rebaño de 89 ovejas dejando un saldo de dos animales malheridos. La lobada ocurrió entre las 5 y las 7 de la tarde, el tiempo en el que las ovejas quedaron sin vigilancia ninguna. La ganadera María Rosa Jorge las había dejado en el campo sobre las dos de la tarde para que aprovecharan el alimento natural y hasta las cinco todo estaba normal, como ratificó algún agricultor y personas que andaban por la zona. Pero hacia las 7 de la tarde, cuando el hijo de la ganadera fue a recoger las ovejas "vio que venían corriendo hacia el pueblo" y en seguida sospechó que pasaba algo raro.

Cuando llegaron hasta la zona encontraron los signos palpables del depredador en dos ovejas malheridas. "Todo deber haber pasado cuando íbamos a buscarlas, el lobo habrá oído el ruido y ha escapado, sino se hubiera preparado más gorda" cuenta María Rosa Jorge.

Tras las lobadas en Gáname, los ganaderos de la zona estaban temiendo la llegada del "bicho" como lo llama deliberadamente Encarna García, otra ganadera de Moral afectada. Horas después de la primera lobada, se percataban del nuevo ataque. Hacia las ocho de la mañana, cuando el marido de Encarna acudió a la nace vio que dos ovejas venían corriendo y pensó: "ya está liada". El lobo había atacado a pocos metros, en un cortino donde habían pasado la noche 48 ovejas. La lobada en este caso se ha saldado con dos ovejas muertas "y una tan tocada que nos hay dicho que hay que sacrificarla" explicaba la ganadera más que indignada con lo ocurrido. "El problema no son las tres muertas, porque si supiera que cada cierto tiempo el bicho nos hacía una visita y mataba una pues hasta firmo, el problema es que no hay ninguna posibilidad de que convivan estos animales domésticos (las ovejas) con los bichos".

Encarna García asegura que el ataque se produjo por la mañana "porque cuando hemos llegado estaban calientes (las ovejas muertas)".

Las dos ganaderas de Moral piden medidas para "que el lobo no se nos meta por esta zona porque es imposible llevar la ganadería". Según Encarna García "con estos problemas los jóvenes no pueden quedarse aquí y si el mundo rural se viene abajo que se pregunten por qué". Los ataques de ayer, que se suman a los que se han sucedido en la comarca de Sayago durante los últimos meses preocupan "porque la que se nos avecina es buena; el lobo provoca muchísimo daño y lo que sufrimos nosotros es un estrés, unos nervios y una impotencia que los ecologistas y muchos que defienden al lobo no se lo pueden ni imaginar".

Por su parte María Rosa Jorge asegura que "visto lo visto no vamos a poder dejar ni un momento solo al ganado y así es imposible vivir". Por ello las dos explotaciones afectadas en Moral de Sayago apoyan la iniciativa de la Asociación Bajo Duero de Salamanca, que apoyan como otros muchos ganaderos sayagueses, para declarar la zona libre de lobos.

Ayer el presidente de esta asociaciación, el ganadero salmantino Juan Luis Delgado afirmaba que "la mala gestión del depredador pondrá en peligro el principal sector económico de la Comunidad, el agroalimentario, y contribuirá al total despoblamiento del medio rural y al exterminio de muchas especies silvestres".