"Un gran hombre de fe, de corazón e inteligencia". Es la inscripción que acompaña la placa en recuerdo de Romualdo Fernández Ferreira, colocada en la casa que le vio nacer en el pueblo de Figueruela de Abajo. De esta forma la familia ha querido inmortalizar la memoria del fraile franciscano fallecido el pasado 15 de diciembre en Damasco y que había nacido el 15 de mayo de 1937 en este rincón de la comarca de Aliste.

Fue el último misionero español que se encontraba en Siria. Pues, aunque tuvo oportunidad y pese a los requerimientos de la familia y de la propia comunidad franciscana, no quiso salir de allí; renunció a abandonar el país, su iglesia y a sus feligreses. Enfermo desde hacía varios meses, el misionero alistano murió en un hospital de Damasco, entre el rugir de las bombas y las ametralladoras. Se fue en pleno apogeo de una guerra que se está llevando por delante miles de vidas humanas, ha generado el mayor éxodo de refugiados hacia Europa desde la Segunda Guerra Mundial y provocado la destrucción de buena parte del patrimonio histórico de Siria.

Un patrimonio muy estudiado por Romualdo Fernández y difundido a través de estudios plasmados en libros. Este religioso zamorano era toda una autoridad en el Medio Oriente, un hombre culto y respetado que promulgó la paz durante las más de cuatro décadas que vivió en aquel lugar del mundo; primero en Egipto, Jerusalén, Líbano y finalmente en Siria.

Era también un hombre sencillo que frecuentaba su pueblo en los veranos, decía las misas y departía con sus paisanos, ajenos por completo a la proyección de este religioso cuyos restos reposan, por deseo propio, en la capital de Siria. Una sencilla placa a la puerta de su casa quiere rendir homenaje a fray Romualdo con el deseo de que su memoria siga viva para siempre.