La Plaza Mayor de Villalpando se transformaba este viernes en el Gólgota, escenario de la muerte de Cristo. La cofradía del Santo Entierro llevaba a cabo el descendimiento, un singular acto que solo se lleva a cabo en los años bisiestos y que en esta ocasión atrajo a cientos de espectadores, pues hace cuatro años la procesión se suspendió y el descendimiento y el sermón se celebraron en el interior de la iglesia ante un número reducido de personas.

Las imágenes de San Juan, Jesús Nazareno, la Dolorosa, el Cristo de la Pasión, el crucificado del Santo Entierro y la Soledad salieron de la parroquia para recorrer las calles de la villa bajo la luna llena hasta llegar a la Plaza, que volvía a convertirse en el escenario del descendimiento después de doce años -en 2008 las obras obligaron a trasladar el acto al Arco de Santiago-. La palabra de Dios sonaba en la plaza de la villa, la única que rompía el silencio que reinó en la localidad durante la duración de la procesión. Mientras tanto, dos hermanos del Santo Entierro subían las escaleras, como Nicodemo y José de Arimeatea, para cuidadosamente bajar a su Cristo articulado, el cuerpo muerto del Hijo de Dios que otros dos hermanos recogían para acostarlo en su urna de cristal, donde lo llevarían durante el resto de la procesión. Las hermanas de la Soledad cambiaban las manos de su Virgen, que sujetaba la corona de espinas y los clavos arrancados a su pequeño, más triste que nunca pero no desamparada, pues le acompañaban todos los villalpandinos.

Finalizado el sermón regresaba el cortejo por Santiago hasta San Nicolás. Hoy la villa celebrará la Resurrección de Cristo. Las damas de la Soledad, ataviadas con capa de raso negro sacarán de nuevo a su Virgen, para que se encuentre con su hijo resucitado y conozca la Buena Nueva. Además desfilarán los hermanos de la Vera Cruz con capas castellanas, así como los del Cristo de la Pasión, la Dolorosa y el Santo Entierro. El cortejo partirá a las 12 de la iglesia de San Pedro y finalizará en San Nicolás, donde se celebrará la Santa Misa.

Una vez fuera del templo, la Junta Pro Semana Santa que preside José Andrés Castrillo comenzará a preparar las procesiones del próximo año, con la vista puesta en la modificación de algunos itinerarios, entre ellos el de la procesión de la Resurrección, la adquisición de reposteros con los escudos de las cofradías para engalanar la Plaza Mayor o buscar financiación para la restauración del Cristo del Santo Entierro, entre otros proyectos.

A pesar de las amenazas de lluvia el fin de semana pasado la localidad ha podido gozar de una semana de Pasión relativamente tranquila, demostrando lo vivas que siguen cada una de sus tradiciones. El regreso de cientos villalpandinos emigrados y un número nada desdeñable de forasteros que quisieron acercarse a la Pasión de la villa han llenado de vida sus calles.