El Ayuntamiento de Puebla puso ayer en marcha la prohibición de estacionar en la Plaza Mayor coincidiendo con el periodo festivo de la Semana Santa, que propició el despiste de muchos turistas que estacionaron a lo largo de la mañana, sin haberse enterado de la restricción. El corte de la Costanilla por el mercado semanal, adelantado del viernes, provocó otro jaleo entre los conductores al no poder bajar por la Plaza de Armas, también cortada por los puestos. Por eso motivo fueron muchos los conductores que circularon por dirección prohibida por la Rúa, e incluso hicieron caso omiso de la nueva prohibición de giro a la derecha para salir de la plaza Mayor en dirección a la revuelta. El giro en la dirección indicada provocó que más de un visitante diera un par de vueltas por San Bernardo y regresar por la calle del juzgado de nuevo a la Plaza Mayor. La presencia del vigilante municipal, al filo de la una de la tarde, evacuó la plaza de coches. Hasta el vehículo municipal tuvo que salir de la plaza y saltarse la prohibición de giro al no haber alternativa por el corte de la calle la Rúa.

Al despiste de los visitantes se sumaron las quejas de los empresarios de la zona que auguran un descenso de la actividad al no permitir a los visitantes estacionar en lugares alternativos, aunque la Plaza Mayor registró una significativa afluencia de público hacia el castillo y el Conjunto Histórico. Incluso el operario de limpieza municipal tenía la plaza limpia a conciencia favorecido por la ausencia de coches estacionados. En la Revuelta Peporro, zona de estacionamiento reservada para residentes, lo mismo aparcaban residentes, identificados con el distintivo municipal, que no residentes. El problema se trasladó al tramo final de la Revuelta al estacionar los vehículos en las dos aceras y dejar solo un carril para la circulación. La prohibición llega con la presentación de las primeras alegaciones a la ordenanza municipal por parte de los residentes. En algunos escritos se ha solicitado la suspensión de la ordenanza hasta que se resuelvan las alegaciones, se publique en el Boletín Oficial y entre formalmente en vigor. En las alegaciones se apunta que no se ha contemplado autorizaciones para otros residentes, como la calle Costanilla, donde ya estaba en vigor la prohibición. El trato discriminatorio a residentes de segunda vivienda en el Casco Histórico es otro de los motivos alegados contra la ordenanza. La carencia de plazas para minusválidos. Queda en el aire la ordenación por parte del Ayuntamiento en la travesía de la carretera de Calabor, que no es de titularidad local, sino autonómica, como subrayan algunos de los afectados. Por último en algún caso se hace constar que la ordenanza es "corta y pega". Los propietarios de segunda residencia que ayer estaban en la Plaza apuntaban precisamente que no se puede implantar la prohibición si antes no se han ordenado zonas de estacionamiento, tanto para residentes como veraneantes y visitantes de paso.