Media docena de ovejas muertas y otras ocho heridas es el balance de un nuevo ataque atribuido a los lobos. En esta ocasión perpetrado en la explotación del ganadero de Gáname, Ángel Sastre.

Viene a sumarse a toda una serie de asaltos ocurridos en los pueblos de la zona a lo largo de los últimos meses y que se repiten con una cadencia cada vez más preocupante para un sector que mantiene a los rebaños plácidamente por el campo merced a la gestión en extensivo.

Las ovejas aparecieron diseminadas por el campo y se apunta al lobo como responsable de la matanza, no solo por la naturaleza del ataque y por la forma de aplicar las dentelladas, también por estar presentes las huellas del cánidos en la zona del desastre.

Este siniestro refuerza las quejas de los ganaderos sayagueses que han formalizado una asociación, junto con los salmantinos, para reclamar a la Junta de Castilla y León una zona libre de lobos por considerar que la especie es incompatible con la ganadería extensiva.