El Cristo de Marzo abría ayer el calendario romero transfronterizo de España (Aliste) y Portugal (Tras Os Montes) en una jornada marcada por el agua mañanera para despedir el invierno y dar hoy la bienvenida a la primavera. Para un año que la fiesta romera caía en sábado las inclemencias atmosféricas se encargaron de frenar la participación. Aun así cientos de españoles y lusos desafiaron al mal tiempo y cumplieron con su cita romera del Cristo del Campo.

Puntuales, a las 11.30 horas, los devotos sacaron a San José en procesión, con respeto y devoción, alrededor del antiguo crucero, para celebrar ya a cubierto la misa oficiada por el párroco Teo Nieto. Al inicio de la homilía se resaltó el trabajo sacrificado, sin prisa pero sin pausa de Aliste y los alistanos, algunas veces no pudiendo conseguir los objetivos deseados. Por ello se pidió a San José ayuda para no decaer en el intento, seguir adelante y manteniendo viva la eterna esperanza.

A lo largo de la jornada hombres y mujeres, muy en particular los alistanos y los trasmontanos, se acercaron al histórico templo para orar, hacer sus ofrendas y colocarse la protección del Bendito Cristo del Campo. En la pradera un mercadillo, donde los largos y tranquilos paseos de otros años en busca de las compras, dieron paso en esta ocasión a las prisas, paso ligero, poco regateo y a comprar, sobre el barrizal causado por la lluvia. Como ya es habitual las patatas de siembra y las plantas frutales fueron los más comprado, uniéndose las naranjas que, a bajo precio, se vendían por sacos.

En el recinto ferial los productos de la tierra brillaron con luz propia: sabrosos y muy solicitados las miel "Monte Aliste" de Juan Antonio Bermúdez de Trabazos, los vinos "Castromendi" de San Blas, las mermeladas "Aldea Verde" de José Félix de Gallegos del Campo y las castañas en almíbar y sus derivados de "Conservas Setra" de Trabazos. También estuvo la cerámica de Cabañas y "Naturalista" de Alcañices. Aliste produce cantidad y calidad y por ello, el alcalde Rafael Caballero Alonso, mostró su deseo de potencias los frutos de la tierra con vistas a nuevas citas feriales.