El proyecto de investigación que llevan a cabo Aszal y la Diputación de Zamora sobre la utilización de asnos de raza zamorano-leonesa en ganaderías de rumiantes para alertar de la presencia de lobos está dando sus primeros frutos después del primer año de trabajo. Los asnos se muestran mucho más eficaces protegiendo los rebaños de vacuno que los de ovino.

El motivo es que los burros son incompatibles no solo con el lobo, sino con cualquier tipo de cánido, incluidos los mastines que suelen acompañar a las ovejas. Una ganadería de ovino en extensivo no puede prescindir de la protección que proporcionan estos perros.

Por ello, la utilización de asnos como alarma se perfila como una buena opción para las ganaderías de vacuno de carne o de toro de lidia. Sin embargo, los expertos que han observado los primeros experimentos no recomiendan la presencia del burro en los momentos del parto, ya que en ocasiones han intentado atacar a los terneros recién nacidos.

Dos años de trabajo

La asociación de criadores de la raza contará con su propio puesto en la feria del sábado en San Vitero para exponer los objetivos del proyecto y las primeras conclusiones, aunque advierten que aún queda más de un año de trabajo por delante.

Este proyecto cuenta con la colaboración del biólogo Javier Talegón, experto en lobos, así como de seis ganaderos que han ofrecido para acoger los asnos entre sus rebaños. Dirigido por la asociación Aszal y financiado por la Diputación Provincial con una subvención de 20.000 euros, la duración de los trabajos de investigación es de dos años. Para ello se están utilizando los burros criados en la finca que la Diputación tiene en Madridanos.

Allí Aszal ha llevado a cabo otras investigaciones como la congelación de la leche de burra para su posterior comercialización, ya que es una materia prima útil para las empresas de cosméticos, entre otros usos.