Más de 9.000 usuarios de las zonas de salud de Alta Sanabria, Sanabria y Carballeda, se benefician de la receta electrónica implantada el pasado día 2 de marzo. La entrada en funcionamiento de este servicio, una vez solventados pequeños problemas de comunicaciones y que solo un consultorio no está conectado online al carecer de línea ADSL, ha sido muy satisfactoria como reconocía ayer el presidente del Colegio de Farmacéuticos, José Espinosa. Los pacientes se benefician ahora de una mayor comodidad, especialmente los que tienen alguna patología crónica. Sanabria se une así a las comarcas de Villalpando, Toro, Guareña, Corrales y Tera-Vidriales.

El paciente acude a su médico que le incluye en el sistema de receta electrónica con las prescripciones activadas según su correspondiente historial de farmacoterapia. Si es preciso, el facultativo puede modificar o añadir nuevas prescripciones. En el consultorio, cada paciente recibe su hoja de medicación, que junto con la tarjeta sanitaria dotada de una banda magnética es lo que presenta en la farmacia para retirar los medicamentos prescritos.

Desde el sistema informático de cada farmacia se accede al sistema de prescripciones de Receta Electrónica de Castilla y León (Recyl), donde se refleja toda la medicación activa para ese paciente, la que puede dispensarse y la que no. La medicación puede retirarse para un mes. La hoja de medicación tiene una máximo de un año, siempre bajo la supervisión médica.

El sistema representa otra ventaja ya que calcula automáticamente el límite de la aportación económica, especialmente relevante para los pensionistas, aplicando el tope de aportación mensual. Hasta ahora el usuario tenía que esperar varios meses para recibir las devoluciones cuando se superaba la cantidad máxima de aportación.

Los profesionales han recibido la formación necesaria del Colegio de Farmacéuticos y de las empresas de gestión informática de los programas que se han implantado. El único trámite que se conserva es la retirada del cupón precinto de las cajas de medicamentos, como justificante de la dispensación.

Para el médico y el farmacéutico las ventajas son una menor carga administrativa y una mayor dedicación de tiempo a atender al paciente y a los deberes propiamente sanitarios. La comunicación es más fluida, lo que permite un seguimiento más fino del paciente en el cumplimiento de los tratamientos y un seguimiento de posibles efectos secundarios de esa medicación.

Para el paciente es mayor comodidad, y en el caso de los usuarios en activo ahorra permisos de trabajo para ir a buscar recetas lo que ahorra costes para la empresa. La Administración se ahorra gastos administrativos para recalcular las devoluciones.

El siguiente paso es la interoperatibilidad entres los sistemas sanitarios de las diferentes comunidades autónomas. El hecho de que Castilla y León sea una de las últimas en implantar la receta electrónica supone como ventaja que las bandas incorporadas a las tarjetas sanitarias puedan ser interoperativas. La receta electrónica se extenderá con el tiempo también a las compañías Muface e Isfas.