El Grupo de Trabajo del Lobo ha finalizado el censo de la especie con apoyo de las nueve comunidades autónomas en las que se ha desarrollado. El trabajo se ha llevado a cabo con la participación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Constituye el primer censo de ámbito nacional desde la aprobación de la Estrategia nacional de conservación y gestión del lobo en España de 2005 y la ocupación territorial de la especie se estima en 91.620 km2, un 18,32 por ciento de la superficie de España. En el caso de Castilla y León, el censo hace una estima de 179 manadas en el periodo 2012-2014, de las cuales 163 son exclusivas de su territorio y 16 son compartidas con comunidades autónomas limítrofes.

En este sentido, teniendo en cuenta que las anteriores estimas de población nacionales procedían del año 1988 (294 grupos familiares) y de 2007 (250 manadas), el Ministerio ha promovido y coordinado un censo nacional de la especie que ha sido realizado por las comunidades autónomas.

La metodología empleada en el censo ha consistido en la realización de itinerarios en cuadrículas de 10x10 km para detectar la presencia de la especie realizada por agentes y guardería de las comunidades autónomas; la recogida de información empírica sobre la existencia de reproducción a través de una o varias fuentes de información realizada también por la guardería de las comunidades autónomas y los coordinadores técnicos regionales; estaciones de espera para la visualización de ejemplares y estaciones de escucha para audición de aullidos; entrevistas personales a naturalistas, cazadores, guardas de campo, ganaderos; trampeo fotográfico y otra información relativa a ataques, atropellos, muertes por otras causas, avistamientos.Más de 220 organizaciones se manifestarán el domingo en Madrid para defender los derechos del lobo, en una protesta que comenzará a mediodía en la calle de Alcalá, número 24, para llegar a la Puerta del Sol, donde se leerá un manifiesto suscrito por todos los convocantes.

El comunicado exigirá a las administraciones central y autonómicas que detenga "la constante matanza de lobos ibéricos que está impidiendo su recuperación en provincias en las que había sido aniquilado hasta su total extinción durante el pasado siglo XX y que merma genéticamente su futuro allá donde no desapareció del todo".