La Raya se han convertido en los últimos meses en el principal foco de la provincia de asaltos y robos con fuerza en las cosas en propiedades particulares y templos religiosos, generando entre la población una profunda preocupación y miedo. El Arciprestazgo de Aliste vivía ayer una de las jornadas más preocupantes de los últimos años. La llegada del amanecer dejó al descubierto nuevos robos en al menos seis iglesias parroquiales, a lo que se suman otras cuatro asaltadas en días pasados.

Todo apunta a que los ladrones habrían actuado, en la noche del martes al miércoles, siguiendo una ruta premeditada y bien estudiada previamente. Primeramente habrían actuado en la iglesia de San Miguel Arcángel de Fradellos, para seguir en la de San Salvador de Rabanales, continuar en la de Santa María Magdalena de Grisuela y llevar sus andanzas a La Magdalena de Rábano. Así mismo entraron y robaron el los templos de San Félix de Tola y en el de San Juan del Rebollar.

En todos los casos el modus operandi fue el mismo, reventar las cerraduras de las puertas y una vez dentro apoderarse del dinero que había en los cepillos y en las huchas, excepto las monedas de cinco céntimos. En las sacristías el espectáculo es cuanto menos dantesco, con todos los cajones revolcados y las túnicas de los sacerdotes y las ropas de las imágenes, algo sagrado para los feligreses, tiradas por los suelos: "Esto es un sacrilegio, una falta de respeto y de civismo a los devotos y al patrimonio religioso. No se puede tolerar", declaraban ayer fuentes eclesiásticas.

En la iglesia de Rabanales, centro urbano, eligieron la puerta trasera, utilizando una sierra y una barra de uña para reventarla y entrar hall, donde hay otra puerta sin cerradura. Fue tal el destrozo que, tras llamar a un cerrajero de Bercianos, la única solución viable pasó por tapiar la entrada para posteriormente hacer una puerta nueva con los fondos de la parroquia. Dentro del templo convirtieron la sacristía en un campo de batalla, túnicas y vestimentas sagradas por el suelo; y reventaron el cepillo.

En Fradellos los vecinos se extrañaron durante la noche del revuelo ente los perros del pueblo: "Los tenemos en los corrales y cuando ladran sin parar es que algo anormal pasa". Y vaya si pasó, una vecina al pasar por la calle descubrió el desaguisado en el "Sagrao". Fernando Lorenzo Martín, párroco de la Unidad de Acción Pastoral de Valer, a la que pertenece Fradellos, mostraba su pesar: "Es una pena. Nos da la impresión que sólo buscan dinero porque han revolcado todos los cajones, abierto todas las bolsas, incluso el Sagrario, pero sólo se han llevado las monedas".

Tras el robo de la pasada semana en la iglesia de la Virgen de la Asunción de Nuez, ayer se conocía que en los últimos días también han sido asaltadas otras tres parroquias, todas ellas fronterizas con el vecino Portugal: La Asunción, de Riomanzanas; La Magdalena, de Villarino Manzanas y San Juan Bautista, de Moldones.

Precisamente el pasado martes, en Alcañices, el arcipreste de Aliste y Alba, Héctor Galán, y varios alcaldes de la comarca alistana expresaban su preocupación al subdelegado del Gobierno en Zamora, Jerónimo García Bermejo.

Todas las sospechas, según ha podido confirmar este periódico, se dirigen presuntamente hacia una banda muy bien organizada, lo que ha obligado a intensificar la vigilancia y las investigaciones.