Villarino Cebal y Flechas, en Aliste, y Vide, en Alba, se han convertido este invierno en las primeras localidades de la comarca natural al oeste del Esla en quedarse sin mujeres residentes en ellos. Atrás quedaron tiempos lejanos de grandeza donde incluso hubo colegios, maestros, niños y niñas animando días y calles, abriendo una puerta a la esperanza que la emigración y el éxodo rural decapitaron hace décadas, sentenciando a muerte a los pueblos. Flechas vivió su mayor esplendor poblacional con 56 habitantes en 1960 y Villarino en 1910 con 151.

"Nací en 1911, solo asistí tres años a la escuela, teníamos que ayudar en casa"