El Arciprestazgo de Aliste vive hoy una preocupante jornada, la llegada de la luz del día ha dejado al descubierto el asalto y el robo de al menos cuatro iglesias parroquiales durante la última noche y otras tres salteadas en los últimos días.

Los amigos de lo ajeno actuaron en la noche del martes al miércoles siguiendo una ruta premeditada y bien estudiada. Primeramente habrían actuado en la iglesia de San Miguel Arcángel de Fradellos, para seguir luego en la de San Salvador de Rabanales, continuar la de Santa María Magdalena de Grisuela y finalizar en La Magdalena de Rábano. En todos los casos el modus operandi fue el mismo, reventar las cerraduras de las puertas y una vez dentro apoderarse del dinero que había en los cepillos y huchas. En todos los casos las sacristías dejan escenas desoladoras, con todos los cajones revolcados y las túnicas de los sacerdotes y ropas de las imágenes tiradas por los suelos.

Tras el robo de la pasada semana en la iglesia de La Asunción de Nuez, ayer se conocía que en los últimos días también han sido asaltadas otras tres parroquias, todas ellas fronterizas con el vecino Portugal: La Asunción de Riomanzanas, La Magdalena de Villarino Manzanas y San Juan Bautista de Moldones.

Los párrocos Fernando Lorenzo Martín y Teo Nieto han pasado la mañana comprobando el estado de otros templos de la zona, y comprobaron que también se habían producido robos en las parroquias de Tola y San Juan del Rebollar. Los sacerdotes han presentado ya las correspondientes denuncias en la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Alcañices.

Efectivos de la Benemérita ya han visitado las iglesias robadas y, de momento, lo único que se ha echado en falta es el dinero de los cepillos, muy poco pues se retira a menudo. En ningún caso habrían desaparecido imágenes o piezas de los templos. No obstante, por prevención los párrocos están retirando de los templos aquellos objetos de mayor valor. En el caso de Rabanales, la puerta trasera por la que entraron, ha quedado destrozada y la única solución pasará ahora por tapiarla temporalmente con paneles y hacer una nueva. Se sospecha que los ladrones podrían venir de la vecina Portugal. La oleada de robos desata un profundo malestar y miedo entre los habitantes de los pueblos.