La comarca alistana tuvo y tiene como buque insignia de su producción agroganadera a las carne de vacuno, un prestigio nacido entre los fogones que dio un paso adelante con la consecución primero de la Marca de Garantía "Ternera de Aliste" y ahora, el pasado 26 de enero, la ansiada IGP (Indicación Geográfica Protegida). Cantidad y calidad que con el nuevo marchamo afianzará en el mercado un producto hecho manjar, -los cocineros de alto standing, la consideran una delicatessen-, favoreciendo la comercialización a unos precios acordes con su valor, que directamente deberá repercutir entre quienes son el alma mater del producto: los ganaderos.

Santiago Borrego Ojeda, Director Técnico de la IGP Ternera de Aliste, abordó ayer los principales factores de la producción desde el manejo (crianza artesanal a la antigua usanza tanto en estabulado como en extensivo aprovechando las vacas nodrizas la alimentación natural de los campos alistanos) a la reproducción e higiene. A lo que se unen los controles alimentarios y sanitarios: además los consumidores finales pueden saber incluso a que lugar (pueblo) y a que ganadero pertenece el ternero.

La llegada de la IGP, bajo cuyo marchamo se comercializará la Ternera de Aliste, a partir de la primavera, ha abierto las puertas en dos direcciones, diferentes, pero relacionadas entre si: los ganaderos jóvenes se interesan por entrar en la IGP y varias familias por buscar en los pueblos su futuro como ganaderos de vacuno. Exitosas y concurridas jornadas que fueron clausuradas por Oscar Reguera.