Los socios del bar de Muga de Sayago, abrasado completamente por un incendio originado en la tarde del pasado lunes, tienen previsto despejar cuanto antes el lugar, restaurarlo y abrir de nuevo el establecimiento al público lo antes posible según expresaron fuentes locales. Sin embargo, la intervención requiere de algunas conformidades porque se trata de un edificio alquilado, al decir de fuentes vecinales que subrayan que los socios llevan muchos años con el establecimiento.

Las llamas se llevaron por delante el interior con todas las existencias y en la mañana de ayer, a pesar del abundante agua vertida por los bomberos, todavía humeaban los restos de la calcinación de un inmueble que permanecía cerrado por una cinta colocada por la Guardia Civil para impedir el paso a toda persona antes de cualquier actuación.

Responsables de las aseguradoras visitaron ayer el local para realizar las oportunas averiguaciones y análisis, evaluar los daños del estrago y esclarecer los orígenes del incendio que arrasó el bar dejándolo en la nada.

El lugar del siniestro, que durante el incendio concitó el interés de toda la población que acudió con la voluntad de colaborar en la extinción, siguió ayer siendo el punto de visita de un vecindario y unos estudiantes que deseaban observar el estado en el que había quedado. Salvo las paredes del edificio, el resto de elementos internos fue devorado por las llamas y dejado inservible.

"Pena" era el vocablo más pronunciado ayer por quienes pisaban la plaza de Carlos Pinilla, donde estaba radicado el bar.

Fuentes locales afirman que muchos vecinos de Muga se han mostrado dispuestos a colaborar en las tareas de desescombro y en retirada del material, para agilizar así las labores de limpieza y vaciado de un inmueble que ayer causaba sensación verlo.