La conductora de un turismo y el conductor de un camión provocaron ayer un pequeño atasco en las entradas al puente de la Estrella, sobre el embalse de Ricobayo en la N-361, por discrepancias en la preferencia de circulación por el puente. Se trata de una estructura estrecha que solo cruzan a la vez dos turismos. El atasco se produjo unos minutos antes de las doce del día, cuando el camión de matrícula portuguesa circulaba en dirección a Sanabria y penetró en el puente amparado por la señal de tráfico que le otorgaba preferencia, aunque sin reparar que la conductora, que bajaba desde La Encomienda en dirección a la capital, había recorrido buena parte del puente. La conductora del turismo se negó a dar a marcha atrás porque había entrado primero en el puente y los había recorrido casi su totalidad. El copiloto del turismo fue el único que se bajó para reprochar, desde la puerta, al camionero su maniobra. La decisión de la conductora de mantenerse en su lugar obligó al conductor del camión a dar marcha atrás en una maniobra no exenta de complicación al tratarse de un vehículo de gran tonelaje, por un tramo muy estrecho y que realizó con suma lentitud. Los conductores parados en ambos extremos del puente asistieron perplejos a la maniobra, aunque dejaron espacio suficiente para que el camión pudiera retroceder y dejar paso al turismo. Ninguno de los conductores reparó que en la entrada al puente desde Sanabria aguardaba una ambulancia, eso sí, con los dispositivos de emergencia apagados. Cosa que no ocurrió a las tres de la tarde, cuando todos los conductores que circulaban por el puente de La Estrella tuvieron que hacer maniobras y tirarse a los escasos márgenes de cuneta en los extremos del puente para dejar pasar a una ambulancia que marchaba con todos los dispositivos de emergencia encendidos. Una situación que, afortunadamente, no se produjo por la mañana en medio del tira y afloja sostenido entre la conductora y el camionero.