Las presas zamoranas de Iberdrola de Villalcampo y Castro, así como las salmantinas de Aldeadávila y Saucelle soltaban aguas abajo un caudal superior al millón de litros por segundo teniendo en cuenta lo vertido por los aliviaderos correspondientes y lo turbinado en los centros de generación instalados en las entrañas de sus estructuras.

Según informó la propia compañía eléctrica lo vertido y turbinado por los complejos de Villalcampo y Castro se cifraba ayer en 1.260 metros cúbicos por segundo, en tanto que suman un total de 1.250 metros cúbicos en Aldeadávila y 1.050 en Saucelle. Estos desembalses y las propias turbinaciones crean aguas debajo de las presas un escenario fluvial de pura efervescencia que despierta las sensaciones de las personas que se detienen a contemplar estos fenómenos hidroeléctricos. Más aún cuando tienen lugar en un encajonamiento como el recorrido por el Duero en su trayecto por el Parque Natural de Arribes del Duero.

Las lluvias, precipitaciones de nieve y deshielos han generado en las últimas fechas unos moderados incrementos de los caudales de los ríos que, en algunos puntos, han llegado a generar una cierta preocupación por acercarse a los umbrales de alerta. A estas crecidas responden las eléctricas gestionando los almacenamientos y las sueltas en los diferentes embalses de la cuenca, pero son especialmente visibles y espectaculares en las instalaciones de Iberdrola radicadas en Duero zamorano-salmantino.