Enero de 2016 se ha convertido en el mes más lluvioso del siglo XXI con 292,3 litros por metro cuadrado. Así lo demuestran los datos recogidos por Tomas Castaño en la estación meteorológica de Alcañices.

La media del mes que abre el año se sitúa en los 102,63 litros y en muchas ocasiones subían gracias a las precipitaciones de nieve, mientras que este año todo ha sido agua. Hasta ahora el enero más lluvioso había sido el de 2014 con 209,6 litros, otro caso bastante excepcional. Las precipitaciones de enero fueron 161 litros en 2003, 46 en 2004, 10 en 2005, 43,35 en 2006, 22,4 en 2007, 86,2 en 2008, 112,25 en 2009, 146,8 en 2010, 127,5 en 2011, 11,5 en 2012, 113,5 en 2013 y 54,5 en el 2014.

En enero de 2016 de su 31 días, llovió en veinte de ellos. El día 10 fue el más lluvioso con 74 litros por metro cuadrado lo cual originó el desbordamiento de los ríos Aliste, Manzanas, Cebal, Mena, Angueira, Espinoso, Frío, Castrón y Cabrón, produciéndose inundaciones, en algunos casos entrando en viviendas, ayuntamientos y portales como fue el caso de San Vicente de la Cabeza y Valer. Tales precipitaciones le convierten a su vez el día más lluvioso en cualquier estación de los últimos 15 años

Todo ello vino también propiciado porque los tres días anteriores cayeron 18 litros (jueves 7), 16 (viernes 8) y 15,50 (sábado 9). Completándose el día 11 con 49,80 litros. Fuertes fueron as mismo las precipitaciones de lluvias el día 4 con 32,50 litros, y el 5 con 33,50.

Ha sido un mes atípico pues según los alistanos "suele ser de muchas heladas y frío y no de mucha lluvia y temperaturas altas como ha sido el pasado de este enero de 2016". Entre las ventajas de las lluvias está que los ríos han ganado y mantenido un alto caudal, cuando la mayoría de ellos estuvieron secos desde junio hasta noviembre. Lo mismo sucede con las lagunas naturales y los abrevaderos que se encuentran a rebosar.

En el lado negativo están los destrozos provocados por las riadas. En la mayoría de los pueblos ribereños, dada la orografía montañosa, los caminos agrícolas locales suelen ubicarse paralelos a los cauces de los ríos y arroyos, al ser las zonas más llanas, los cuales han sido arrasados y han quedado intransitables.

Tomás Castaño, que el 29 de enero cumplía 90 años, sentencia que: "nos parecía algo ajeno pero el cambio climático está aquí, ni es normal que en un mes de enero llueva tanto, ni un invierno con temperaturas tan altas".