"Hace 40 días que nació Jesús y hoy celebramos la presentación del niño en el templo, de la mano de su madre, la Virgen María". Así lo explicaba ante los fieles el nuevo párroco de Moraleja del Vino, Miguel Ángel Hernández Fuentes poco antes de iniciarse la procesión que salía desde el Ayuntamiento hasta la iglesia de Santa María Magdalena, siendo esta la primera vez que se instaura el desfile procesional el 2 de febrero, fiesta local en el pueblo. Una celebración que sirvió para bendecir las velas que portaban los fieles, al igual que las que alumbrarán durante todo el año en el interior del templo.

"El Evangelio nos recuerda esta costumbre judía de que las mujeres a los 40 días de dar a luz, entregaban a los niños al Señor, y eran rescatados posteriormente por sus progenitores con la entrega de dos pichones o tórtolas, de ahí viene la costumbre de soltar dos palomas durante la misa que se oficia en honor a la Virgen".

Decenas de personas participaron en los actos religiosos en los que también estuvieron presentes compañeros de siglas del equipo de gobierno de Adeiza encabezado por la alcaldesa Eva Calvo, como Miguel Ángel Mateos, políticos en activo, es el caso de Aurelio Tomás, vicepresidente de la Diputación Provincial y portavoz popular, Ángel Sánchez, presidente de la mancomunidad Tierra del Vino o Ana Belén González diputada de zona por Izquierda Unida.

Poco antes de la misa el grupo musical la Tarasca del Duero animaba con su pasacalles el ambiente festivo al igual que lo hacía la Asociación de Campaneros de Zamora, que desde media mañana eran los encargados del toque de fiesta que recordaba a los moralejanos el día grande. José González, Florentino Reguilón, Víctor Prieto y Agustín Reguilón, los cuatro de Moraleja del Vino, trabajaron en el campanario, teniendo como únicas herramientas las grandes campanas fundidas en metal y el badajo que movían con precisión y sabiduría.

A mediodía, fueron los socios del Club de jubilados "El Bienestar" quienes se congregaron en un establecimiento hostelero del pueblo para disfrutar, en clave de hermandad y convivencia, de una comida a la que le seguían por la tarde los bailes, los juegos infantiles o la chocolatada.

En paralelo, bodegueros de la zona participaban de la cata de vinos que realizaban siguiendo un itinerario ya conocido por muchos, y que no es otro que las distintas bodegas del pueblo, en las que se elabora el vino de forma mayormente artesanal, y al que ayer acompañaban con una tapa, opiniones para todos los gustos y una tarde de conversación y encuentros amigables.

Fuentespreadas fue otro de los pueblos de la zona que celebro ayer Las Candelas.