Tomás Castaño Fernández es un alistanos de pura sangre, sencillo como la flor de la azucena y duro como las cepas de la urz. Iba para cura, San Atilano no le convenció y dos días después ya era pastor por Portilla Blanca. Allá en San Pedro de las Herrerías conoció a su amada María Fernández Alonso y formó una familia ejemplar con sus cinco hijos, Andrés, Tomás y Alberto, hoy agentes de Medio Ambiente en Alcañices, Sanabria y Sevilla, Maribel y Sara, ambas bancarias.

Siempre fue un adelantado a su tiempo, emprendedor nato. El tren trajo progreso y viajeros a San Pedro y él vio el negocio como taxista con su DKW y su Seat 1500. Gentes de toda España llegaban en busca de las prodigiosas manos de los curanderos Domingo Lorenzo y Simón Diez y allí estaba Tomás para llevarles a San Cristóbal.

Su ajetreada vida de celador en la Sierra de la Culebra le dejó tiempo para ser concejal en el Ayuntamiento de Mahíde y alcalde de San Pedro, donde vivía, llevando en dos mandatos el progreso al bonito y acogedor pueblo del campamento juvenil "San Ignacio de Loyola", hasta convertirlo en uno de los más atractivos de Aliste.

Se jubiló en 1993 y trasladó su residencia a Alcañices, donde es feliz cuidando de su enorme finca "María Pinta", cinco hectáreas donde conviven sus veinte ovejas, gallinas, palomas, gatos y perros, un paradisiaco lugar de recreo y distracción que le mantiene joven y activo.

Gracias a él y a su estación meteorológica, haya calma o tempestad, cada día tenemos los datos reales de las inclemencias atmosféricas en Aliste. "El cambio climático es un hecho y aquellas grandes nevadas que conocí de rapaz y los interminables días lloviendo no volverán. Vamos por mal camino". Cada 2 de julio allí está él junto a Antolín Román y Jesús Lorenzo como devotos de la Virgen de la Salud y alma mater de su cofradía. Es Tomás sencillez y honestidad, trabajo y constancia, un hombre que durante toda su vida ha cautivado con sus buenas obras y cultivado la hermandad y la convivencia. Un hombre bueno, dignidad y orgullo para Aliste y los alistanos.