Este mes está siendo uno de los eneros más lluviosos en la comarca de Aliste en lo que va del siglo XXI. Ayer se llevaban ya contabilizados 288,2 litros por metro cuadrado en la estación meteorológica de Alcañices que atiende Tomás Castaño Fernández. Valga como referencia que en enero de 2015 solo cayeron 54,4 litros. Demasiada para la pista adecuada en noviembre en la zona del incendio forestal en Latedo, Sejas y San Mamed, por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la cual ha quedado prácticamente intransitable en su totalidad, un problema, pues era por la que se pensaba evacuar la madera.

Las cortas se están llevando a muy buen ritmo y de hecho dos terceras partes de los pinos afectados por el fuego ya están cortados. No obstante es mucha la madera almacenada en los cargaderos y sin sacar hacia las plantas madereras, ya que en los últimos diez días ha estado prohibida la saca, un grave contratiempo tanto para los camioneros como para las madereras.

La madera de pino tendrá como destino la fabricación de tablas para palets, los troncos más gruesos, mientras que los más delgados se molerán para la creación de tableros de aglomerado. Por su parte las ramas se emplearán mediante la molienda en virutas como biomasa para uso calefacciones de grandes edificios, dado sus grandes valores caloríficos. Si las lluvias han sido un revés para la corta y extracción de la madera, por el contrario están contribuyendo a la regeneración del monte quemado. La humedad y las altas temperaturas han traído consigo que las urces (brezo) hayan sido las primeras en resurgir de las cenizas.