Prudencia Garrote alza la voz contra el recorte de servicios básicos en el mundo rural. Ella lo hace desde Sayago -vive en Monumenta- como miembro de la plataforma en defensa de la sanidad rural que, al igual que las constituidas en otras comarcas, lucha contra nuevas reestructuraciones que supongan menos médicos en los pueblos. La plataforma está reuniendo firmas que presentarán en los próximos días en la Junta. Prudencia reivindica la vida en el medio rural de una forma "digna", con servicios básicos, cobertura de teléfono, internet o una buena señal de radio y televisión "que nos mantenga conectados con el mundo".

-¿Por qué le atrae tanto el pueblo?

-Pues todavía no lo sé. A mí me encanta plantar una lechuga y verla crecer, casi más que comerla ¿sabes? Es que la naturaleza te da muchos y buenos ejemplos.

-¿Cómo es la vida en el pueblo?

-Mira (y señala una edificación) en esa caseta que hicieron para la parada del autobús, aunque solo viene si lo llamas, nos reunimos por las tardes algunos días. Viene un matrimonio de 85 para arriba, él con oxígeno; otro matrimonio, ella operada de las dos caderas, y al hombrito le dio un ictus. Y empiezan a decir, mira que todos somos viejos, y yo les digo, ¡venga! vamos a contar las cosas que hacíamos antes. Porque nos metemos en ese pesimismo y venga darle vueltas. La verdad es que también entiendo que piensen así, porque yo hoy todavía me valgo. Ellos se preguntan ¿y si me pasa algo?. Y empiezas a dar vueltas a estas cosas? Antes venían niños a pasar las navidades con los abuelos. Pero ahora no tenemos ni internet y entonces no vienen.

-¿Por qué no hay cobertura?

-Ah, no sabemos.

-¿Nunca la han tenido?

-Yo intenté ponerlo. Cuando me jubilé vinieron los de Iberbanda porque yo quería estar más en el pueblo. Pues nada, me dijeron que no era posible, que si estaba muy baja la casa, que si la situación? En fin que no lo he conseguido. Si me quiero conectar tengo que ir a Luelmo, a la puerta del Ayuntamiento.

-¿La televisión al menos la pueden ver bien?

-La vemos fatal. Es verdad que la 13 no suele fallar, pero las de Antena 3 nada, la Sexta tampoco. Estos días pasados del temporal mucho peor, pero es que cuando está bien el tiempo, a lo mejor estás tan tranquila y empieza a hacer "chin chin chin" y se cortó. ¡Te da una rabia!

-Vamos que la TDT lejos de ofrecer una mejor señal ha traído un problema.

-Desde luego, porque antes había dos cadenas pero se veían. La 1 no te fallaba.

-Entonces al menos les quedará la radio.

-¡Qué va! Fatal también. La que no falla es Radio María (risas). Pero muy mal, la cadena Ser por ejemplo vas en el coche y hasta que no llegas a un punto todo son ruidos y no coges nada.

-Igual escuchan mejor las emisoras portuguesas....

-Antes oías claras las de Portugal pero ahora ni eso; empieza un barullo y hasta que no sales de Bermillo para Zamora, cuando subes un alto ya oyes un poquito. Pero antes nada de nada. Y no te digo los pueblos de más abajo, peor seguramente. No se quién me ha dicho con lo de la radio que como somos una zona de granito hay un problema. Yo no tengo ni idea.

-Vamos a las carreteras, espero que de mejores noticias.

-Bueno, has venido desde Luelmo y verás que no está mal dentro de lo que hay por aquí? Porque si te llevo por esos caminos de ahí abajo, que son caminos rurales con un hoyo, otro hoyo y otro... Ya no sabes por donde pasar. El último desplazamiento que he hecho con el coche ha sido desde Muga a Villar del Buey a un funeral, y si vas por un lado hoyos, si vas por otro también.

-Los servicios sanitarios traen de cabeza a muchos pueblos, que se quejan de que hay menos médicos y enfermeros. ¿Cuál es su experiencia?

-Aquí el médico pasa cada quince días el médico. Luego nos traen los medicamentos, pero ya estamos temiendo que como somos tan pocos, nos digan que ni eso siquiera. Lo que pasa con esto es que deciden desde Valladolid y allí cuentan los números, no cuentan las personas. Cuando vino para Bermillo en el año 88 ya estaban gobernando los del PP y esos son los que hablan ahora de que mi pueblo no se cierra y esas cosas.

-¿Por eso han visto la necesidad de crear la plataforma en defensa de la sanidad rural?

-Mira, este verano tuve una ciática y me tenía que poner inyecciones. Como apenas me podía mover escuché lo de la plataforma por la sanidad pública en la radio. Les llamé y decidimos crear aquí algo, también están colaborando las asociaciones de mujeres, que han sido muy importantes a la hora de recoger firmas por los pueblos. Hay gente inquieta en todas partes.

-En el medio rural las mujeres demuestran que son las que se están moviendo más en las reivindicaciones ¿no?

-Yo creo que sí. Porque cuando vas a un curso las que se apuntan son mujeres, si se organiza alguna actividad lo mismo. Y ya no quiero decir en misa.

-¿Qué pretenden conseguir a través de la plataforma?

-Pues que no empeoren las cosas, como mínimo. En el Boletín Oficial de Castilla y León pone que a partir de enero de 2016 se empezará a hacer la segunda reestructuración de la sanidad pública rural. Ya nos han quitado dos plazas de médicos, las de Carbellino y Cibanal. Son dos plazas con varios pueblos. Si nos quitan ahora la de Gáname, que es lo que parece ser que está en la segunda fase, y la de Villadepera, pues son Gáname, Fadón, Fresnadillo, Abelón y luego Villadepera y Villardiegua, son seis pueblos que deberán atender los que quedan. Y ya sabemos lo que es tener menos médicos. Ahora para ver al mismo dos días hay que tener mucha suerte, porque cuando hace guardia tiene que cubrir el puesto otro distinto. Quiere decir que si vas ese día a Abelón o a Gáname te puede caer la nuestra, pero a lo mejor si vas otro día a Luelmo pues resulta que la nuestra ha tenido guardia, tiene que descansar y viene otro al que le tienes que volver a contar toda tu historia.

-Y hay que disponer de un medio de transporte si tienes que ir a otro pueblo...

-¿Sabes lo que le pasa a la gente que tiene sintrón?

-Pero en Sayago las pruebas se hacen en los pueblos ¿no?

-Sí pero luego el resultado hay que ir a buscarlo a Bermillo. Me decía una vez una mujerita de Gamones que llevaba todo el día llamando al autobús para ir a buscar los resultados a Bermillo. Pues mira a ver si coges un taxi, o alguien que te lleva o alguien que te lo vaya a buscar... Y cuesta dinero. Por eso pedimos que no nos quiten los médicos por favor, que en Valladolid se les pasen por la cabeza las personas y no los números. Deben de tener hecho allí algún esquema y dicen, este fuera y esto que se lo repartan. No sabemos el criterio y aunque el delegado de la Junta aquí no hace más que decir que no se va a hacer la reestructuración, pues que lo pongan en el Boletín Oficial y entonces nos lo creeremos.

-¿Temen entonces nuevos recortes de personal?

-La experiencia nos dice que hay menos médicos. No hace falta que demuestren nada porque los pacientes de los pueblos lo estamos viendo. Ellos hablan de cobertura sanitaria, pero es que para que te manden al especialista no es fácil. Te dicen que no hay dinero, pero cuánto fue el sobrecoste del Hospital de Burgos, millones y millones.

-¿Si una persona quiere ir a Bermillo desde Monumenta cómo lo hace?

-Creo que hay que llamar por teléfono. Para ir a Zamora tienes que ir a coger el autobús a Bermillo. Eso sí, cuando tenemos que ir a votar a Luelmo el autobús no falla.

-Es triste no ver correr niños por los pueblos, ¿la escuela se cerró hace mucho?

-Creo que la última chica que fue a la escuela debe tener 23 o 24 años. Ni lo recuerdo cuándo se cerró. Cuando yo era niña jugábamos al corro o a la comba, que hacíamos nosotros partir de abril porque con las cáscaras de la mimbre trenzábamos la soga. Era una sociedad mucho más austera. Cuando nos reunimos por las tardes algunos vecinos les digo, en tono de broma, ¿habéis oído que alguien se vaya a pregonar? Era lo que se hacía antes previo al casamiento. Mira, fui hace poco a un entierro en Gamones y me dio tal tristeza... Estábamos 26 contando el cura y el enterrador, que era el más joven por cierto.

-Ya no le debería sorprender este panorama, porque por desgracia no es nuevo.

-Sí, pero da tristeza. Nosotros tenemos una cofradía de enterrar que estamos pensando si hacer una rifa para sacar dinero, porque antes enterrábamos los propios cofrades pero la gente ya no puede. Antes automáticamente la gente cuando se casaba entraba de cofrade y pagaban una cuota pequeñita para los gastos de la misa, el cura y comprar unas velas. Ahora ya no podemos hacer las sepulturas y hemos tenido que contratar a un enterrador, que nos cobra 120 euros por hacernos la sepultura. Y, claro, somos muy poquitos cofrades, hay que hacer el traslado y todo. Es que si se nos mueren dos al año ya no tenemos porque pagamos seis euros cada cofrade.

-¿Está en vilo una tradición secular entonces?

-Claro. Es la cofradía de la Santa Cruz y tradicionalmente por turno, o a la roda, entre cuatro hacían la sepultura, pero es que ya no hay gente. Somos tan poquitos y hemos peleado bastante en la cofradía para evitar que se vendieran sepulturas cuando hicieron el cementerio nuevo.

-¿Cuál es la media de edad en el pueblo?

-Yo tengo 67. Quedan en activo unos pocos ganaderos y algún joven que se ha quedado con los padres. Hay varios matrimonios de más de 85. ¿Para qué contarte!

-Las misas también serán contadas....

-La misa cada quince días, pero tenemos también celebración de la palabra que lo hacen muy bien.

-Visto el panorama, vivir en un pueblo pequeño es hoy es casi una heroicidad.

-Pues para según qué cosas sí. También tiene ventajas. Aquí puedes escuchar el silencio, luego ves nacer a las flores, empezarán a brotar los árboles, después veremos venir las golondrinas. En la ciudad no te enteras de nada esto. Es una heroicidad porque entiendo a la gente que dice ¿y si me pasa algo?

-El abastecimiento alimentario estará garantizado con la venta ambulante ¿no?

-En eso sí. Tenemos tres panaderos que vienen dos veces a la semana. Viene un pescadero y hasta un gitano alguna vez trae telas, otro trae loza, cacharros, garbanzos, alubias... Ahora ya es distinto porque si vas al médico o al especialista, ese día aprovechas.

-Añada lo que quiera, si algo ha quedado en el tintero.

-Yo por pedir que nos pongan Internet, que no nos quiten más médicos por favor, que piensen con cabeza de persona y no con cabeza de despacho, que se les va la vista a Europa o al Fondo Monetario Internacional. Que piensen un poco en personas; es verdad que somos pocos, pero somos viejos y las personas mayores necesitamos muchas más atenciones médicas. A ser posible que no nos abandonen más de lo que ya estamos, que no es poco.