Después de la tormenta llega la calma. O lo que es lo mismo, que el final de las riadas viene marcado por la aparición de abundantes desechos, restos de maleza y basura vertida a las aguas. Es lo que ocurre en el salto de Villalcampo, donde a las escenas del desembalse -que han llamado la atención de muchos zamoranos tras las abundantes lluvias- se han sumado las de la basura acumulada junto a las compuertas.