Un joven de Granja de Moreruela que hace un año emigró a Ibiza ha conseguido en pocos meses poner en jaque a los defraudadores que realquilan viviendas en la isla, no pagan las tasas oportunas o cobran fianzas abusivas. Ahora, se propone también cambiar el modelo de mercado de alquileres inmobiliarios en Ibiza.

Efrén Moralejo es junto a su pareja Leticia Gallardo portavoz de la plataforma "Indignación por el alquiler abusivo en Ibiza". La asociación busca en la red anuncios de apartamentos que se ofrecen para alquilar sin contrato y pidiendo fianzas abusivas y los denuncian ante Hacienda. "En la mayoría de los casos no la oferta no lo ha colgado el propietario del piso, sino alguien que tiene el piso arrendado y lo realquila, hay organizaciones ilegales que se dedican a ello", asegura el granjeño.

Efrén y Leticia, que trabajan como vigilante de seguridad y administrativa respectivamente, decidieron poner en marcha la plataforma tras la experiencia sufrida en su llegada a Ibiza. Él, granjeño de origen asturiano, y ella jienense, se mudaron a la isla en busca de empleo, mucho más fácil de encontrar que en el resto de España. Lo que supuso una auténtica odisea, sin embargo, fue encontrar una vivienda de alquiler con un precio acorde a su nivel de ingresos. "Aquí está llegando mucha gente que busca trabajo y no hay pisos suficientes. Gran parte de las viviendas están vacías porque los propietarios optan por alquilarlas exclusivamente en la temporada de verano, sacan más dinero en tres meses con los turistas que en doce con una familia de trabajadores", explica Efrén. La escasez de viviendas disponibles durante el invierno hace que la gente esté dispuesta a aceptar cualquier cosa.

El primer problema que encuentra alguien que busca piso en Ibiza es la fianza, muchas ofertas exigen el pago de tres y hasta cuatro meses por adelantado. "El precio de un apartamento de una habitación no baja de los 1.000 euros, a ver qué persona que acaba de encontrar un empleo puede soltar 4.000 o 5.000 euros de golpe", afirma Efrén. Como resultado, muchos trabajadores comparten piso para soportar los gastos, hacinándose en "pisos patera" para españoles.

Sin embargo, lo que más sorprendió a Efrén y Leticia a la hora de buscar piso fue que "nunca nos ofrecían contratos de un año, lo habitual en Zamora y en cualquier parte, sino para unos meses, como mucho hasta mayo". La pareja asegura que los arrendadores siempre quieren tener la vivienda vacía antes de que llegue la temporada alta, cuando pueden alquilarla por semanas a mayor precio, "algo muy legítimo si pagas licencia de alquiler turístico, cosa que no están haciendo".

Por ese motivo la plataforma que lidera la pareja ya ha denunciado ante Hacienda 142 anuncios y, aseguran, "hace un par de semanas que este tipo de ofertas han desaparecido de los portales de alquiler, los defraudadores tienen miedo y se esconden", presume el granjeño emigrado a Ibiza, que advierte que "puede que algunos intenten seguir llevando a cabo estas prácticas, pero ya no lo publicitan".

Por otra parte, según informan desde la plataforma, es habitual que se ofrezcan pisos en realquiler, sin contrato. "El inquilino queda desprotegido y cuando llega mayo te pueden echar para meter turistas, o si tienes hijos y no consigues un contrato de alquiler no puedes empadronarte para escolarizarlos", asegura Efrén.

En menos de un año de actividad, la página de Facebook llamada "Indignación por el alquiler abusivo en Ibiza" tiene unos 500 seguidores y ha alcanzado a más de 30.000 usuarios. Ciudadanos anónimos les hacen llegar links a anuncios con ofertas abusivas que ellos reúnen para llevar ante la Policía y la Agencia Tributaria. "Otros nos escriben pidiendo ayuda legal o para encontrar vivienda, hay mucha gente en una situación desesperada, pero nosotros no tenemos recursos y de momento no somos una organización que se dedique a la asistencia, solo a denunciar", explican. Una tarea poco grata, los miembros de la plataforma también han recibido serias amenazas por internet y por teléfono, por parte de aquellos a quienes están molestando.