Apenas treinta personas mantienen la vida de Monumenta en lo más crudo del invierno: un puñado de ganaderos y el grueso de jubilados, buena parte de ellos octogenarios. La radiografía se aproxima, en buena medida, al perfil del territorio oeste de la provincia, situado más cerca de la frontera portuguesa que de Zamora capital.

A Monumenta además le acompaña la condición de pueblo pedáneo -dependiente del Ayuntamiento de Luelmo-, "así que no nos llevamos más que las migajas" apostilla Prudencia Garrote, una de sus vecinas y abanderada de la Plataforma por la defensa de la sanidad rural en la comarca de Sayago.

Prudencia es también miembro de la Asociación Cultural Amigos de Monumenta, constituida en el verano de 2003 más como una defensa numantina del pueblo y sus valores patrimoniales que como lanzadera de las no pocas actividades que promueven. Que también. "Nació como una manera de impulsar las necesidades del pueblo, al ser una pedanía nuestra prioridades quedan siempre relegadas y como los recursos son muy limitados, a nosotros nos llega muy poco. Hay quien puede pensar que somos unos románticos pero Monumenta no puede perder sus valores" explica José Luis Ordax, presidente de la asociación que en la actualidad cuenta con 150 socios entre vecinos e hijos de este genuino y auténtico rincón de Sayago.

Desde su fundación, Amigos de Monumenta ha asumido las principales reivindicaciones de un pueblo "con muchas necesidades" al decir de sus vecinos. La última carta a los Reyes Magos expresa el catálogo de demandas, algunas ya históricas como la construcción de la carretera hasta Argañín. A lo que se suma la continuación del encementado de calles; avanzar en la mejora de la iluminación publica; explanar y habilitar el terreno identificado para la realización de actividades de la asociación; mantenimiento de caminos, pontones tradicionales y zonas comunes para que puedan ser transitadas sin riesgos de uso y seguridad; dotación de línea de internet de uso público; construcción de la carretera que una Monumenta y Argañín; e inicio de proyecto para la construcción de un centro de interpretación sayagués en Monumenta.

Pero si algo inquieta especialmente a los vecinos es el descuelgue total del carro de las nuevas tecnologías. En este pueblo no es posible conectarse a internet y eso, hoy en día, ahuyenta sobre todo a las nuevas generaciones. "Para tener cobertura hay que ir a la plaza de Luelmo, al lado del Ayuntamiento" explica Ordax.

Y en esa batalla contra el aislamiento cobra protagonismo una comunicación digna mediante un camino asfaltado con Argañín, porque es el acceso más directo a los Arribes y a Portugal. Después de un primer intento en 2005, la primera vez que los vecinos se organizaron para reclamar esta comunicación, ahora con el aval de más de doscientas firmas Monumenta vuelve a la carga en su empeño del asfaltado del camino. Firmas que se han depositado en el Ayuntamiento de Luelmo y en la Diputación.

Argumentan que esta conexión a través de un camino de tierra, que con las últimas lluvias es difícilmente transitable, "es fundamental porque en 4 kilómetros nos ponemos en Argañín, la salida natural hacia Portugal y los Arribes, y de la otra manera hay que ir por Luelmo, Moralina y Gamones, que son 20 kilómetros" explica Luzve Carrascal, tesorera de la Asociación Amigos de Monumenta.

El escrito que acompaña a las firmas justifica también que un menor recorrido hacia Argañín "aportará mejores servicios públicos y privados a la zona", y la mejora de las comunicaciones "favorecerá el desarrollo económico de ambas poblaciones al aumentar el flujo de circulación de vehículos y personas que transitarán por la nueva carretera". Sería además la apertura de "un nuevo acceso a los Arribes", con las consiguientes "oportunidades de desarrollo turístico".

Es la contienda más reciente emprendida por vecinos e hijos de Monumenta, empeñados en no bajar la guardia "por nuestro pueblo, su patrimonio y los valores que lo identifican" reivindica José Luis Ordax. Son conscientes de que esta postura incomoda a Luelmo; "nos les gusta mucho que nos movamos a través de la asociación, pero es la única manera que tenemos de levantar la voz" incide Ordax, tampoco satisfecho con esa divergencia casi "histórica" con el pueblo principal. "Nos hemos propuesto mejorar el contacto con el Ayuntamiento y hemos pedido mantener reuniones periódicas". El tiempo y los hechos dirán si la sintonía se hace realidad.