Poco a poco las aguas vuelven a sus cauces en los diferentes ríos de la provincia, pero sus efectos perduran. Hasta el día de ayer, la Confederación Hidrográfica del Duero mantenía el nivel de alerta en los ríos del norte de la provincia, el Tera, el Esla y el Órbigo, así como en el río Valderaduey, aunque la tendencia ya era a la baja.

En la tarde de ayer la boya de la estación de aforos del Valderaduey en Benegiles todavía registraba un nivel de 3,22 metros, 40 centímetros menos que el día anterior, y un caudal de 46 metros cúbicos por segundo, un 27% menos que el martes, pero no era los suficiente como para restablecer el tráfico por la carretera que conduce a Gallegos del Pan, la ZA-V-2312, de la Diputación de Zamora, cerrada desde el lunes. Lo más probable es que la vía se abra hoy, jornada en la que la preocupación se centrará en el Duero, que está recibiendo la onda de la crecida del Pisuerga.

Mientras tanto, los agricultores damnificados y los ayuntamientos comienzan a hacer recuento de los daños. Muchos de ellos exigirán ayudas a la Diputación o al Gobierno para reparar los desperfectos causados por el temporal.

Mombuey y Rionegro del Puente pedirán ayuda a la institución provincial para reparar caminos y pasos de agua. En Mombuey los daños afectan a varios tramos de caminos de servicio de la Autovía A-52, el Rodeo y Valparaíso, utilizados para la ejecución de las obras de Alta Velocidad y reparados tras la ejecución de las obras. El alcalde, Francisco Antón Rapino, está pendiente de cuantificar los daños.

En el término de Rionegro, los daños afectan a unos cien metros del camino del término dañado por la crecida del río Negro. El alcalde, José Colino, revisaba ayer uno de los puentes, donde quedó atascado parte de un árbol, que el Ayuntamiento se dispone a retirar para evitar que dañe el puente en caso de nuevas avenidas.

El regidor verificaba que la crecida del río no ha afectado al casco urbano de Santa Eulalia del Río Negro, como en otras avenidas. Colino señalaba "a la limpieza por el pastoreo" que ha reducido la masa vegetal en las zonas más próximas al río. La estación aforadora situada en Santa Eulalia precisamente registraba su máximo nivel el lunes, con 4,18 metros, y ayer 1,74 metros con tendencia a seguir descendiendo. El caudal descendía ayer hasta los 26,15 metros cúbicos por segundo, frente a los 350,47 del día 11.