Las últimas precipitaciones han reproducido los problemas de humedades en el moderno centro de salud Sayago, situado en Bermillo. La situación no es nueva. Pacientes y personal están acostumbrados a convivir con estas deficiencias cuando empieza a llover en abundancia. Por eso no es raro que los usuarios se encuentren estos días con un conjunto de recipientes, papeleras y cubos esparcidos por la entrada principal del espacio sanitario.

"Es una construcción muy moderna pero nada operativa" apuntan usuarios de este centro, que da servicio a 21 municipios (44 localidades) y atiende una población de unas 7.200 tarjetas sanitarias, aproximadamente la mitad con una edad superior a los 60 años.

Desde la propia Junta de Castilla y León se admite que los problemas de humedades surgieron prácticamente desde la inauguración del edificio -en julio de 2008- y se han intentado buscar soluciones, sin éxito de momento. Pero tras el último episodio, desde la Delegación Territorial se confirma que ya se ha enviado a un albañil para hacer una reparación de emergencia y está prevista una intervención "a fondo" con el fin solucionar de forma definitiva las filtraciones y goteras.

Entre tanto, cuando llueve con fuerza el personal del centro sanitario busca soluciones de andar por casa para evitar que los problemas vayan a mayores. Como los recipientes colocados en la entrada principal del centro de salud, donde la humedad ha provocado visibles deterioros en el techo. Y no es la única zona afectada. En la planta superior del edificio son visibles también los daños producidos en algunas salas, como en la biblioteca. El año pasado las goteras eran de tal calado que por momentos "parecía como si lloviera" en el interior.

Deficiencias que contrastan con la luminosidad y amplitud de un edificio de estructura muy moderna, construido con tecnología modular industrializada. Un diseño arquitectónico singular, seleccionado en el catálogo de "Nueva Arquitectura" de la provincia que contrasta con las construcciones tradicionales en piedra, características de Sayago. Especialmente llamativa es la escalera exterior, de gran volumen y de color rojo que identifica al edificio.

"Esto igual es operativo en el Levante o países muy cálidos pero aquí no es nada práctico, entra el agua y estas son las consecuencias, se encharca todo. Es incomprensible que pase en una construcción que no tiene ni diez años" apunta una persona que frecuenta el centro.

Por además, pese a la modernidad de la construcción, se da alguna incongruencia como que las ambulancias no pueden acceder hasta la misma puerta de Urgencias porque el tejado es más bajo que los vehículos. "Hay que sacar a los pacientes unos metros antes y si hace frío pues a aguantarse".

O la pista de hielo en la que se convierten los accesos en rampa cuando hay grandes bajadas de temperatura y que ya han dado más de un susto a los pacientes y hasta una rotura de cadera.

Como queda reflejado en una placa situada en la planta baja, el Centro de Salud Sayago fue inaugurado por el entonces consejero de Sanidad de la Junta, Javier Álvarez Guisasola. Una obra en la que se invirtieron 1,8 millones de euros y que se concluyó en apenas ocho meses, "gracias a una tecnología que permitía la construcción del centro por módulos autoportantes que llegaban a obra prácticamente acabados y listos para ensamblar tanto en horizontal como en vertical".

El centro consta de dos plantas, la primera para algunas consultas, usos generales además del área de Urgencia. Y en la segunda se localizan consultas con salas de médico y enfermería, todas con luz natural y amplios espacios comunes que sin duda han mejorado las condiciones en las que se trabajaba en el centro viejo. Con lo que no se contaba es con uno serios problemas de humedad que la Administración, ahora sí, parece dispuesta a erradicar. Al menos así lo anuncia.