Cientos de personas despidieron ayer tarde en Cañizal los restos mortales de Luis Manuel García Fernández, propietario, junto a otros ganaderos, de la prestigiosa ganadería de bravo Santa María de los Caballeros, radicada en Fuentelapeña. Precisamente ayer cumplía 58 años. Luis Manuel García, casado y con una hija, fue víctima de una larga en enfermedad que acabó con vida el pasado viernes, cuando permanecía ingresado en el hospital salmantino de Los Montalvos. Este ganadero de La Guareña era conocido en toda la comarca y en el mundo taurino por su dimensión humana y por la vocación derrochada en pro de la ganadería brava. Sus reses gozan de un prestigio y una sangre reconocida. A darle su último adiós asistieron diversos ganaderos de bravo y la iglesia de Cañizal resultó del todo pequeña para la gran asistencia.