Empresas y emprendedores de las zonas de montaña son los principales beneficiarios, que tienen más dificultades para impulsar iniciativas aisladas debido a la dimensión de su territorio, como es el caso del noroeste de la provincia de Zamora. Son comarcas dispersas que hacen inviable una segmentación vertical de cada uno de los sectores económicos, y se propone un foco de actuación horizontal para que la población pueda acceder a todos los sectores económicos que se desarrollan en el territorio de montaña.

Los retos son una elevada dispersión, su pequeño tamaño, falta de población de masa crítica que impide poner en marcha de forma aislada iniciativas de desarrollo y empresariales. Los municipios de montaña afrontan pocas tecnologías innovadoras adaptadas al territorio, sumado a la carencia de formación de emprendedores. Otro factor negativo es la escasa cultura de trabajo en red.

A favor de estos territorios está su capacidad de recursos naturales, el conocimiento del medios y la cooperación ciudadana que se pueden aprovechar para emprender negocios. El medio rural tiene que combatir en desigualdad de condiciones con leyes hechas para grandes ciudades y entornos urbanos, la fuga de talentos, la despoblación y la desigualdad de la distribución de los empleos entre zonas urbanas y rurales.