Ocho jóvenes fermosellanos, que cumplen años este 2016, han tomado las riendas de la tradición y han sido los protagonistas en los pasados días en la villa de Arribes. El pasado día 6 celebraron la festividad, "muy esperada por los fermosellanos residentes y emigrantes que apuran sus vacaciones para poder estar ese día en su pueblo" según informan fuentes de la Asociación El Pulijón.

Pone de relieve que "este año la quintada se ha limitado a un grupo de ocho jóvenes, se hacen llamar "Quintos el Resacón", y que constituyen un número que anda lejos, muy lejos de los cerca de 30 que conformaban el colectivo en los años 90 o principios del segundo milenio". La fiesta de los quintos se celebra a lo largo de toda la semana, aunque lo realmente importante comienza la tarde del 5 de enero y finaliza el 6, día de los Reyes Magos. Como calentamiento a la gran fiesta, el sábado 2 de enero, a las 6 de la tarde, en la discoteca la Cárcava organizaron un espectáculo de magia y por la noche una sesión de baile con los Dj locales.

El día 5 por la tarde los quintos fueron los encargados de organizar la cabalgata de sus Majestades los Reyes Magos. La cabalgata recorrió las calles principales del pueblo, haciendo una parada ya tradicional en la residencia de ancianos "Conchita Regojo". La cabalgata concluyó en la Plaza Mayor, junto al nacimiento viviente y tras adorar al niño, ofrecieron sus regalos a los niños del pueblo. Por la noche, comenzó la gran fiesta de los quintos, que estuvo animada con la actuación de la orquesta Yucatán. En el descanso, los quintos realizaron un sorteo, rifa y subasta de los productos recogidos los días previos por los comercios del pueblo y que gentilmente ofrecidos. Desde El Pulijón precisan que lo recaudado servirá a los quintos a sufragar los gastos de todas las actividades organizadas. De madrugada, a las 7.00 horas, el grupo repuso fuerzas hay para llevar con buen ritmo el tradicional pasacalles por la villa, equipados con la tradicional capa y con la ayuda de un burro que les servirá para que cargue todo lo que los vecinos de Fermoselle deseen donar a los quintos. De este modo, los quintos llaman puerta en puerta, "como antiguamente hacían los que iban a ir a la mili obligatoria y aprovechaban a recaudar algo de dinero y comida para pagar sus viajes y días en el destino que les tocara. Este es el momento cumbre de los quintos, en el que además se ven arropados de quintos anteriores que quieren disfrutar de la fiesta y se unen al pasacalles".