En el año 2010 el profesor Williams visitaba Tábara, donde ofreció una conferencia que alumbró la idea de editar un nuevo libro que se tituló: "Tábara y la revolución pictórica del Beato". John Williams defendió públicamente que el códice de San Miguel de la Escalada del monje Magius fue iluminado en el monasterio de San Salvador de Tábara, no en San Miguel de la Escalada como se venía creyendo hasta ahora. "Sabemos que se dedicó a San Miguel por una nota marginal tardía que muestra que estaba en Escalada" precisaba el profesor.

El investigador norteamericano añadía que no todos los monasterios tenían un monje o los recursos para realizar códices tan elaborados como el de Tábara, y por eso también se reafirmaba en que el Beato Morgan se iluminó en el monasterio de Tábara y no en San Miguel de la Escalada como se venía creyendo hasta ahora, mostrando su extrañeza ante la importancia que algunos dan a este detalle: "No hay evidencia alguna que demuestre que Escalada tenía Sriptorium, puesto que ningún otro manuscrito puede asignarse a este monasterio"

Sin embargo, Williams aseguraba que el monje Magius residió en San Salvador de Tábara, según todas las fuentes conocidas, y explicaba que Magius fue enterrado con honores en el claustro de Tábara, lo que demuestra que allí estaba su hogar. "Su discípulo, Emeterius, completó en el año 970 en Tábara el manuscrito que Magius había comenzado y se implicó cinco años después en otro, mucho más ricamente decorado", subrayaba. El investigador norteamericano añadía que no todos los monasterios tenían un monje o los recursos para realizar códices tan elaborados. "El orgullo y la fama que Tábara adquirió por tener un Scriptorium de estas características se demuestra en el extraordinario retrato que se realizó de él al final del Beato del año 970, donde Emeterius muestra su trabajo. Ningún otro Scriptorium recibió un honor semejante por parte de sus escribas", precisaba.

Según la información recopilada por el Ayuntamiento de Tábara con motivo del solemne acto de hoy John Williams ha destacado en alguna ocasión que "el orgullo y la fama que Tábara adquirió por tener un scriptorium de estas características, se demuestra en el extraordinario retrato que se realizó su autor Emeterius al final del Beato en el año 970. Ningún otro scriptorium recibió un honor semejante por parte de sus escribas".