Los vecinos de la zona de La Cañada de San Vitero, carretera de Mahíde, denuncian la poca presión con la que el agua corriente llega a sus casas "apenas un hilillo, en ocasiones ni eso", durante la mayor parte del tiempo, algo que ellos relacionan con el agua que gasta un matadero situado frente a sus viviendas, ya que "siempre nos pasa cuando están trabajando en el matadero", asegura Teresa Hurtado, una de las afectadas.

El problema comenzó hace unos dos años, "después de unas obras llevadas a cabo en las instalaciones del matadero", levantado por el que fuera alcalde del municipio hasta junio, José Tola. Desde entonces estos vecinos se quedan sin agua cuando menos se lo esperan. "Normalmente pasa los lunes, miércoles y viernes, pero en cualquier momento llega un camión de cerdos y nos quedamos sin agua", explica Teresa Hurtado, "ahora en Navidad es peor, durante el último fin de semana solo hemos tenido agua por las noches".

La falta de agua corriente acarrea graves problemas en el día a día para este grupo de vecinos. En casa de Teresa Hurtado vive una persona dependiente, su padre, de 85 años, "que necesita una higiene muy cuidada, pero muchos días no le puedo bañar porque no sale nada de agua, o sale negra". En casa de Ángela Ortiz, por otra parte, la falta de caudal en sus tuberías les ha obligado a cambiar varias veces las piezas del calentador, "cada reparación nos sale por 500 euros, no hay derecho", asevera esta ama de casa, quien añade que "así no se puede llevar una vida normal, hasta poner una lavadora es una odisea porque o no tienes agua y no sabes cuándo volverá, o la pones esperando no quedarte sin ella a medio lavado, que suele pasar".

"Parece que nadie quiere arreglar esto", coinciden ambas vecinas. Sus casas están a las afueras de San Vitero, son un grupo muy reducido y la mayoría de los vecinos que viven en el pueblo sí disfrutan de agua con normalidad durante casi todo el año. "Somos poquitos y no nos hacen caso", lamentan.

El dueño del matadero ya no gobierna el municipio y esperan que su sucesor ponga fin a este contratiempo, pero ha pasado medio año desde su llegada a la Alcaldía y comienzan a impacientarse, "nos dice que están trabajando en ello constantemente, que ya está en manos de la Diputación, pero de momento seguimos igual que siempre", afirman.

No es la primera vez que la cercanía del matadero causa problemas a los vecinos de la zona. Hace unos 13 años Teresa Hurtado consiguió que quitaran un biodigestor que era origen de olores desagradables, asunto que llegó a llevar al Defensor del Pueblo.