La Cámara Municipal de Miranda do Douro reunió ayer a los alcaldes zamoranos de municipios de la frontera con Portugal para revalidar el control y perfecta disposición de los límites entre ambos países, a través del acta de revisión de la frontera, con Artur Nunes como anfitrión. Se trata de un acto que anualmente rubrican los representantes municipales y que revalida el Tratado de Límites firmado el 29 de septiembre de 1864 que definía la línea divisoria para determinar "clara y precisamente los derechos de los respectivos pueblos".

Cada uno de los ayuntamientos fronterizos, con sus secretarios, firmó el acta una vez comprobado, en el reconocimiento de la frontera, que en cada uno de los términos municipales no ha sufrido alteración alguna. En la provincia de Zamora los límites con Portugal se establecen tanto por tierra como por agua, al ser el río Duero en la comarca de Sayago el que delimita la "raya" entre los dos países.

Conservación de mugas

El artículo 25 del Tratado de Límites establece que "con el objeto de asegurar la permanencia de las mugas o marcos que señalen la línea internacional se conviene en que las municipalidades limítrofes de ambos reinos puedan adoptar en la parte que les concierna, y de acuerdo con las autoridades competentes, las providencias que estimen necesarias para la conservación de las mugas colocadas, la reposición de las destruidas y el castigo de los delincuentes".

Hoy la reunión de revisión de las fronteras es, más allá de un acto oficial y protocolario, un encuentro de hermandad y fraternidad que habitualmente suele terminar con una comida. Ayer no hubo tal comida. Las vísperas electorales en España llevaron a una reunión de "perfil bajo". Después de siglo y medio la inquietud y desconfianzas por las que han pasado las relaciones fronterizas en algunas etapas viven hoy un momento de buena vecindad, lo que no impide que los representantes municipales cumplan con el "sentido de la responsabilidad" en palabras de Artur Nunes y velen por el respeto de los límites.