Los socios de la Comunidad de Regantes Virgen del AvisoRegantesVirgen del Aviso deberán abonar en un solo plazo, entre el 15 de enero y el 15 de febrero, las cuotas de amortización de la obra más el canon fijo establecido y el consumo de agua en función del número de metros cúbicos que se establece a razón de 0,0046 euros. Así, por ejemplo, una parcela de una hectárea de superficie, que haya consumido seis mil metros cúbicos de agua, viene pagando 537 euros, explicaba el presidente de la Comunidad de Regantes Virgen del Aviso Carlos Macías Laperal durante la asamblea que se celebraba ayer en la sede de la Comunidad, en Moraleja del Vino. Hasta ahora los agricultores podían repartir en dos plazos la facturación anual. Eso sí, si alguien no lo abonaba en los periodos establecidos se le aplicaba un recargo del 20%, con lo cual "hay gente que prefería pagar el 20% y posponer el pago, lo que suponía siempre una rémora para la contabilidad de la agrupación" que registra un censo de 840 propietarios, si bien no todos son cultivadores.

Los regantes que no hayan abonado las deudas pendientes con la Comunidad no podrán regar durante la próxima campaña, que comenzará previsiblemente a mediados de marzo.

Con la presencia de no más de veinte comuneros se dio luz verde al presupuesto de 2016 que supone 839.500 euros, de los cuales 164.779 van a parar a la amortización del préstamo que pidió en su día Virgen del Aviso para acometer la modernización del canal de riego. La energía eléctrica, así como el canon de la Confederación Hidrográfica del Duero son otras partidas importantes de gastos, que se incrementan para la próxima anualidad destinando 420.000 euros al gasto de energía y 53.032 a la CHD. En cuanto a la reparación y conservación son 50.000 euros los previstos, ya que tal y como explicaban los representantes de la Junta de Gobierno "hemos tenido que cambiar dos bombas por el desgaste de doce años trabajando y hay una tercera que es necesario reparar o cambiar". En el apartado de ruegos y preguntas la asamblea solicitó un estudio sobre el reparto del agua consumida de cara a la próxima campaña para llevar a debate si se mantiene el límite del consumo, que está ahora en siete mil metros cúbicos por hectárea o se hace una media por explotación.