Bernardo Casado Fernández, alcalde del municipio de Viñas, mostraba ayer su malestar y su preocupación, por los hechos acaecido tras las fiestas patronales de la Inmaculada Concepción en la localidad de Ribas.

-¿Cómo y cuándo se enteraron ustedes del robo en Ribas?

-El jueves por la mañana me llamó un vecino y me dijo que estaban abierta y forzada la puerta del consultorio médico. Me extrañó mucho, llamé al alcalde pedáneo Jesús Ratón, llamó a los jóvenes y nos comunicaron que también habían robado el bar de la juventud.

-¿Cuál es su valoración de la situación vivida?

-Es duro decirlo pero no podemos seguir así, o se toman medidas o va a ocurrir una desgracia personal. He estado hablando con la gente de mis pueblos, muchos son mayores, y todos reconocen que ya hay miedo.

-El robo causa un grave problema al pueblo y a sus fiestas.

-Pero que muy grave. Aquí las fiestas se organizan entre todos. El Ayuntamiento le damos 600 euros para la verbena y 350 para los actos folclóricos. El resto hasta los 3.000 de presupuesto, salen del bar y de las aportaciones vecinales.

-El desfase ahora creado resulta bastante preocupante.

-Si había que pagar 3.000 euros y se han llevado 2.000, me dicen los vecinos que pueden quedar endeudados para tres años. Una de las posibilidades que me han planteado es que les adelante la subvención de 2016 y 2017. Hay que buscar soluciones.

-¿Qué se supone buscaban en el consultorio médico?

- En la sala de espera se cambian los músicos de las orquestas, igual pensaban que allí había dinero. Otra explicación lógica no hay.