Unas treinta personas participaron en Fermoselle en la Marcha por el Clima y en defensa del planeta Tierra. Y es que "el cambio climático es un hecho y puede ser nuestro gran enemigo" al decir de Felicidad González Cachán, una religiosa activista y promotora de la iniciativa, para quien la presencia de niños en el recorrido indica que "tienen muy claro el problema" que supone el calentamiento para el mundo que habita la humanidad.

El calentamiento es estos días asunto candente nada menos que en París, a cuya cumbre del clima asistirán, a lo largo de casi dos semanas, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno con el objetivo de alcanzar un acuerdo que evite el incremento de la temperatura del planeta en más de dos grados en lo que queda de siglo.

La marcha por la capital del Parque Natural Arribes del Duero tuvo lugar en domingo por la tarde, y partió de la plazuela de Santa Colomba para culminar en la Plaza Mayor.

El número de asistentes fue decepcionante para la impulsora de la marcha, que trató de conseguir el máximo seguimiento de la población, sin importar idearios políticos, pero a la hora de la verdad las expectativas se vinieron abajo y solo un reducido grupo de jóvenes y mayores secundaron un acto de defensa de la Naturaleza y de la vida organizado en sintonía con la cumbre del clima organizada en la capital francesa.

En la plaza de Santa Colomba se entonó el "Gracias a la vida", de Violeta Parra, "como símbolo de agradecimiento al planeta", según expresa Felicidad González. Luego el colectivo prosiguió un feliz recorrido por el callejero portando soles, globos y una pancarta alusiva al cuidado de la Naturaleza y de apuesta por la implantación y el uso de las energías limpias.

La marcha concluyó en la Plaza Mayor "con la lectura de frases y sugerencias del papa Francisco que nos invita en su Encíclica Laudato Si, a desarrollar una ecología integral, que está hecha de simples gestos cotidianos: una palabra amable, una sonrisa, cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad". "La casa común... clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso" manifiesta la religiosa.

También se pronunciaron frases como.. "calefacción: abrígate más y no la prendas". Fue una marcha de compromiso con el freno a un cambio climático desmesurado y perjudicial para todo el planeta de no acotarse las emisiones contaminantes y cuyos negativos efectos, según apuntan biólogos y estudiosos del clima, revelan los deshielos y la incesante pérdida de especies tan sensibles como los anfibios.

González Cachán presumía que la marcha contaría con un mayor seguimiento popular porque incluso algunos portugueses habían anunciado su intención de respaldar una iniciativa con cuyos fundamentos comulgan. Sin embargo, la activista religiosa considera positiva la actuación y tampoco se lleva a engaño.

Este verano fue la promotora de una protesta para reclamar la supresión de las barreras arquitectónicas en Fermoselle, un problema que sufren todos los usuarios, pero muy especialmente las personas con problemas de movilidad y la tercera edad. Importantes servicios tienen lugar en dependencias de edificios sin otro acceso que escaleras y peldaños.

Felicidad González Cachán sorprendió primeramente formando parte de la candidatura de Ciudadanos, aunque en un lugar de relleno; pero nada más notar su presencia otras formaciones políticas movieron los hilos hasta conseguir su exclusión. Sin embargo, la religiosa mantiene vivas sus inquietudes reivindicativas y solidarias, y ha hallado además un baluarte ejemplar en la figura y en la cosmovisión del Papa Francisco.