El cultivo de jaras micorrizadas con Boletus edulis, el alma mater de la micología alistana, -para conseguir una producción precoz de setas de esta especie-, es una iniciativa pionera y, todo apunta que viable, que se está investigando con éxito en el municipio de Rabanales, gracias al proyecto Cibabol, desarrollado por el Instituto de Restauración y Medio Ambiente de León (Irma), Universidades de Salamanca y León, IRMA-CSIC y Ministerio de Economía y Competitividad: dentro del subprograma Retos.

Juan Antonio Sánchez, fundador y director de Irma, desveló ayer las claves y posibilidades de la micorrización de plantas con setas en el Centro de Estudio e Interpretación de la Micología de Rabanales dentro de las Jornadas Micológicas de Aliste de la asociación "Boletus Edulis". Los jarales envejecen y hay que buscar nuevas alternativas para el rey agroalimentario del bosque.

El Instituto de Restauración y Medio Ambiente, trabaja desde hace años con Adata y con el Ayuntamiento de Rabanales, para la puesta en valor del recurso micológico y dispone de "cepas de Boletus edulis aisladas de jarales del noroeste interior ibérico y de la tecnología para la producción en vivero de plantas de Cistus ladanifer (jaras) inoculadas con el hongo, con destino a la vegetación de terrenos agrícolas abandonados en zonas ácidas".

Sánchez aseveró sobre Aliste que "sus bosques ofrecen la posibilidad de ser gestionados teniendo en cuenta este recurso natural que es tan importante a la hora de potenciar un desarrollo sostenible" aseverando que para ello "es necesario conservar en buen estados los bosques propios, evitar los incendios forestales y poder mantener una silvicultura fúngica que ayude a los municipios rurales en las tareas de conservación de los montes".

En la actualidad, a nivel mundial, la supervivencia en campo de la ectomicorriza en plantas de jara inoculadas producidas en viveros es deficiente y además existe gran inestabilidad en la fructificación de carpófogos". De ahí la importancia de los estudios en Rabanales. Los estudios llevan a saber que la simbiosis formada por plantas y micorrizas implica un tercer partner que constituye un factor crítico para su desarrollo: para la adecuada revegetación es necesario inocular junto a la ectomicorriza la Mycorrhiza Helper Bacteria (MHB).