La carretera no perdona las imprudencias, ni las de la fauna salvaje. Una hembra adulta de corzo apareció ayer atropellada en el término de Asturianos. El animal arrollado quedó tendido en la cuneta durante todo el día. A primera hora de la tarde las aves rapaces y carroñeras se daban un festín con el cadáver. De nuevo surge el problema de que los animales queden sin retirar de la vía, y sin avisar del accidente, cuando los daños en el vehículo no impiden la conducción.