La caza ha llegado un otoño más para convertirse en el gran activo y atractivo turístico para la zona de Aliste y Tábara. Así lo manifestaban ayer responsables de restaurantes y centros de turismo rural en algunos casos ya han logrado colocar el cartel de lleno. Son muchos los cazadores que regresan cada fin de semana, unos foráneos que tienen alquilados cotos privados de los pueblos, pero también hijos de emigrantes que regresan a la tierra de su padres y abuelos a cazar.