Francesca Chaouqui, la joven italiana de 33 años acusada por las autoridades judiciales del Vaticano de haber filtrado documentos confidenciales se ha defendido alegando que nunca ha traicionado al papa Francisco, al tiempo que ha acusado a Lucio Vallejo Balda de registrar ilegalmente y a escondidas las conversaciones privadas entre el papa Francisco y sus asistentes. "Ha sido monseñor Balda el que ha hecho esas grabaciones, tengo las pruebas. Yo no sabía nada", ha declarado al diario italiano Repubblica. "No he traicionado jamás al papa. No soy un cuervo", ha asegurado la laica italiana arrestada este fin de semana por el Vaticano que fue después puesta en libertad. "Estoy colaborando con las autoridades. El monseñor es el que me ha implicado. Está la cosa fea" dijo.