La comarca natural de Aliste, Tábara y Alba ha vivido un largo e intenso fin de semana con la llegada de cientos de turistas y emigrantes que decidieron volver a sus pueblos de origen coincidiendo con la festividad de Todos los Santos. En una comarca cuyo buque insignia fueron y son las carnes de ternera y los productos de la matanza, el principal tema de conservación fue la polémica creada por la OMS. En dos cosas hubo unanimidad: "Nuestras carnes son sanas y de calidad y vamos a seguir consumiéndolas" y en que "la OMS ha hecho un flaco favor a los ganaderos". Las carnicerías ubicadas en lugares como Rabanales, San Vitero, Alcañices, Tábara y Sarracín subieron sus ventas, siendo la Ternera de Aliste lo más preferido, sumándose cientos de reservas de cerdos y canales para en el puente de la constitución vivir las matanzas con la elaboración y curado de chorizos, salchichones, lomos y jamones, clara muestra de que los alistanos creen en sus productos.

Otra alternativa para los visitantes ha sido la recogida y preparado de setas. Los boletus edulis, los níscalos y las amanitas caesareas son ya platos típicos no solo en los restaurantes, sino también entre las familias, que cada día van incluyendo entre sus preparados los micológicos. La Amanita caesarea cruda o preparada ha sido una de las delicias culinarias del fin de semana en Aliste.