"La pena es que no le metan en la cárcel porque nos mancha a los demás. Si es así con los animales suyos como será con los otros" expresaba ayer un rehalero zamorano, molesto por la acción de J. G., imputado como supuesto autor de un delito de maltrato de animales domésticos "al matar de un tiro en plena cabeza" a un perro alano, utilizado para el amarre de caza mayor.

Ocurrió tras participar en una montería organizada en Faramontanos de Tábara. Para colmo, este alano fue el único animal acribillado ese día, en que se batieron unos maizales "sin conseguir ni un jabalí ni nada".

Este repulsivo gesto es criticado por los rehaleros zamoranos "porque nos desprestigia". Señalan, además, que es una persona que ya ha sido denunciado en otras ocasiones "por los perros peligrosos".

Los agentes de la Guardia Civil iniciaron la investigación cuando tuvieron "conocimiento de la existencia de un perro de caza muerto dentro de un terreno cinegético en la comarca de Tábara, dónde el día pasado día 3 de octubre se había realizado una cacería. Integrantes del equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se trasladaron al lugar y observaron en una finca de Faramontanos de Tábara un perro de raza "alano español" muerto sobre el suelo", según informa la propia Guardia Civil.

Cuando los agentes llevaron a cabo "la inspección ocular del animal" contemplaron "que presentaba un orificio de bala en el cráneo, posiblemente provocado por arma larga de las utilizadas para la caza mayor".

El Seprona inició entonces las correspondientes diligencias de investigación para averiguar la identidad del autor del acto delictivo, que culminó "con un resultado positivo, y el día 15 de octubre imputó al presunto autor", vecino de Zamora capital pero con los perros en Tierra del Vino, "por un delito de maltrato de animales domésticos". En la ampliación de las diligencias de investigación, la Guardia Civil, según expresa en un comunicado, "conoció que el imputado era dueño de una rehala de perros. El día 22 de octubre solicitó la colaboración a la Unidad Veterinaria de Zamora (Sección de Sanidad y Producción Animal del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León), con el objetivo de realizar inspección del núcleo zoológico" que el imputado tiene en Tierra del Vino, "en una localidad próxima a Zamora".

La Guardia Civil añade que tras la inspección procedió "a la inmovilización de los 54 canes de diferentes razas que forman la explotación animal por, entre otros motivos, los higiénico-sanitarios, por darse hacinamiento y falta de limpieza; también por motivos de documentación ya que detectó falta de identificación de los animales, ausencia de vacunas y de censo. Asimismo, según la Guardia Civil, carecía de los permisos necesarios para la realización de esta actividad. Entre los 54 animales que forman la explotación el Seprona también halló, durante la inspección, tres animales de razas potencialmente peligrosas, carentes igualmente de la documentación necesaria para la tenencia de este tipo de animales peligrosos".

Las diligencias instruidas han sido puestas ha disposición del Juzgado de Guardia de Zamora.

Las numerosas infracciones administrativas observadas han sido trasladadas a la autoridad administrativa competente en cada materia.

Un montero no entiende esta muerte si no es porque el perro estaba tan gravemente herido que no quedaba otra que el sacrificio. Fuentes del sector de los rehaleros señalan que "la sanción que le puede caer son entre 8.000 y 10.000 euros", y son especialmente críticos porque los que mantienen sus jaurías "de una forma lega y cumpliendo todo tipo de requisitos e inspecciones", se encuentran con la participación de otros que ni siquiera están dados de alta conforme a la Ley.

" A mí, si se me queda un perro en la mancha sufro porque me gustan los perros, y por eso los tengo. Deben controlar la participación porque los hay que llevan perros con sarna y hasta con la enfermedad de las liebres: la tularemia. Y yo me gasto un dineral para tener los perros como Dios manda" expresa un rehalero zamorano.