Día de luces y sombras en el estreno de la temporada de caza menor, que no ofreció sorpresas en las capturas pero sí estuvo teñido de negro por la repentina muerte de un cazador en la comarca de Aliste. Ocurrió a primera hora de la mañana, cuando F. M. L., de 40 años, casado y padre de dos niñas, se disponía a disfrutar de una jornada cinegética junto a su cuadrilla en Rábano de Aliste.

El cazador se había desplazado a su pueblo, desde su residencia habitual en Logroño, para compartir un día de caza pero la muerte le sorprendió de forma repentina -posiblemente un infarto- sin que ni sus compañeros ni los servicios médicos pudieran hacer nada por su vida. Hasta la zona se desplazó un helicóptero medicalizado, pero el cazador ya había fallecido en el escenario que había pisado tantas veces en busca de buenos lances, en el coto de El Cabezo.

El incidente corrió como la pólvora entre el colectivo de cazadores, especialmente en la comarca alistana. Fueron miles los que ayer en la provincia se echaron al campo para disfrutar del inicio de la temporada de caza menor, aunque hubo otros que se quedaron en casa siguiendo las recomendaciones de la Federación de Caza que apostaba por el retraso de la apertura debido fundamentalmente a la escasa densidad de perdices.

Y así se confirmó en el primer día de campaña. Los cotos que abrieron comprobaron, a su pesar, que las predicciones sobre la especie estrella de la caza menor son reales. "La perdiz ha estado muy floja, como veníamos anunciando, porque ha criado mal, el tiempo no ha acompañado y sabemos que va a ser un año flojo" apuntaba ayer José Antonio Prada, presidente de la Federación Provincial de Caza.

Por ello agradeció que muchos cotos -en la comarca de La Guareña prácticamente todos- decidieran retrasar unos días la apertura de la campaña que permanecerá hasta el último domingo de enero. En su coto, el de Fuentesaúco el retraso se prolonga hasta el 15 de noviembre y en otros pueblos se estrenarán la próxima semana.

Y por si fuera poco el problema de la perdiz, un día como el de ayer, tranquilo, sin viento ni lluvia y con buena temperatura, "se pueden matar más perdices que en el resto de la temporada" precisaba Prada, lo que agrava la escasez de piezas.

En cotos de San Miguel de la Ribera o Argujillo se comentaba que "no se habían oído ni disparos", y en Morales del Vino entre siete cazadores sumaron siete capturas. "La perdiz está bajo mínimos y va a ser un año de sacrificios" apunta el presidente de los cazadores zamoranos, apelando a "la responsabilidad y la concienciación porque si hoy no tomamos medidas las consecuencias serán peores en el futuro". Prada apunta a las "malas prácticas agrícolas" como una causa básica de la mala situación de la especie. "El uso indiscriminado de fitosanitarios es incompatible con las aves esteparias".

Distintas fueron las sensaciones con la liebre que "va respondiendo, aunque no para tirar cohetes" precisa el presidente de los cazadores zamoranos. "No es tan duro como la perdiz, que está bajo mínimos, pero confiemos en que la especie se vaya recuperando". Y en el caso del conejo, la caza se ha dado bien "en las zonas donde hay y encima de forma abundante, pero en Aliste o Sayago hay muy poco". Por ello, José Antonio Prada propone que "antes de hacer descastes lo bueno sería que se pudieran "traslocar" conejos a zonas donde la especie es escasa".